Los caminantes 2. Necrópolis
Título: Los caminantes 2. Necrópolis
Título Original: (Los caminantes 2. Necrópolis, 2010)
Autor: Carlos Sisí
Editorial:
Dolmen
Colección: Línea Z
Copyright:
© 2010, Carlos Sisí
© 2010, Editorial Planeta S.A.
Portada de Alejandro Colucci
Edición: 1ª Edición, Septiembre 2010ISBN: 9788493814304
Tapa: Blanda
Etiquetas: persecuciones aventuras supervivientes literatura española pandemia trilogías terror miedo horror zombis fin del mundo apocalipsis
Nº de páginas: 440
Argumento:
El campamento de Carranque vive momentos dulces. Tras haber
sobrevivido el ataque del Padre Isidro y sus enloquecedoras huestes
de caminantes, los supervivientes se entregan a ensoñaciones y
esperanzas de futuro propiciadas por los descubrimientos del doctor
Rodríguez. Juan Aranda, su líder, decide utilizar su nueva
condición para explorar la ciudad en busca de otras personas que
continúen todavía con vida. Sin embargo, han pasado ya tres meses
desde que se iniciara la Pandemia Zombi que asoló el planeta y
sobrevivir es cada día más duro. Su periplo personal, no exento de
vicisitudes, le aleja de Carrenque, donde mientras tanto inciden
nefastos designios que amenazan con convertirlo en una ciudad de
muertos: una Necrópolis.
Argumento de Anika:
Gracias al doctor Rodríguez y a la valentía de Aranda, el propio Juan puede caminar entre los muertos. Eso les da, a los supervivientes de Carranque, las ilusiones necesarias para sobrevivir y tener esperanzas…pero el padre Isidro y los zombis no serán esta vez los únicos peligros que hay fuera de la ciudad deportiva.
En la parte positiva, un preadolescente y su hermana, una niña pequeña con visiones.
En la parte negativa, ciertos personajes que disfrutan con el mal.
Opinión:
Fernando Martínez Gimeno
Muchas veces, sobre todo relacionada con el mundo del cine, hemos
leído u oído la frase "Segundas partes nunca fueron buenas",
también, por supuesto, cabe lugar en las sagas que en el mundo
literario tenemos presentes. Pues bien, tras la buena acogida que
tuvo en su día (y sigue teniendo) la novela Los
Caminantes, muchos esperaban / esperábamos la
continuación de esas aventuras de los chicos de Carranque y ver si
el escritor había conseguido estar a la altura de la primera parte.
En esta ocasión, Carlos tomó la idea de pasar el manuscrito ya no
solo a sus familiares para ver las primeras impresiones, sino que
se atrevió a pasárselo a gente que consideraba que le podía dar
otro punto de vista. Debo decir que fue una alegría ver en mi
correo la opción de ser uno de ellos y hacerle esos primeros
comentarios. Y posteriormente y junto a David Jasso le hicimos las
correcciones.
No solo vi una mejoría en cuanto a historia, quizá le había metido
algo más de dramatismo a los personajes que en su primera novela,
pero ese sabor que él quería mantener no solo se veía sino que se
aumentaba. En palabras de Carlos ante esa evolución: "Todos los
comentarios que me han llegado y que he podido leer por Internet
coinciden en que hay una evolución en mi manera de escribir, pero
no he sido consciente de ello. Supongo que la evolución ha sido
natural y progresiva, fruto de la experiencia. O quizá se deba al
fantástico proceso de corrección que se llevó a cabo, de la mano de
David Jasso y Fernando Martínez Gimeno. Realmente un
manuscrito puede ganar mucho con ese proceso extra, y es un aspecto
al que prestaré muchísima atención en el futuro. Poder tomar
prestada la experiencia de Jasso es un privilegio y un
lujo."
En cuanto a la mayor carga de sentimientos y momentos dramáticos
que los personajes viven, ya que no adelanto nada si digo que por
mucho cariño que se le tenga a un personaje, si Carlos ve que debe
matarlo, no lo piensa dos veces, el propio escritor nos lo cuenta:
"En Los Caminantes, todos los personajes comienzan la historia
en sus puntos seguros, y se mantienen juntos hasta el final, unidos
ante la adversidad. En Necrópolis ocurre justamente lo contrario...
lo primero que supe que quería hacer era acabar con ese remanso de
felicidad que es Carranque. Los personajes se disgregan, pierden
ese enlace invisible que los mantiene saludables, tanto en cuerpo
como en mente, y las cosas se tuercen bastante. Hay más personajes
oscuros... está Reza, y otros que aunque son secundarios, no dejan
de aportar su dosis de acritud a los acontecimientos. Y hay ciertos
pasajes que me costó más de un mal trago escribir. Eso da
lugar a un montón de situaciones estresantes donde uno se pregunta
cómo es posible que acabe todo bien, pero creo que era necesario.
También debía preparar el camino para la tercera parte, así que el
lector debe estar preparado para decirle adiós a algunos viejos
conocidos. Supongo que es honesto que en un mundo semejante, la
vida esté en juego a cada minuto."
También hay nuevos personajes, tanto en la parte negativa (los
malos) como en la positiva y en esta ocasión tendremos a unos niños
como esa parte más tierna, pero no por ello dejarán de correr mil y
un peligros. "Cuando todavía la historia no estaba muy clara,
más que en líneas generales, ya tenía en mente que usaría unos
niños. Como padre, no me gusta que los niños sufran, ni siquiera en
la ficción, y no me gusta que los autores los usen para
pellizcarnos allí donde más nos duele; por eso precisamente se me
ocurrió que, ni los niños ni los ancianos pudieran soportar el coma
zombi. No habría niños zombi en mi historia. Sin embargo, los usé,
supongo que porque, secretamente, sabía que no los protegería. Los
niños son fascinantes: además de hacer interesante la historia con
su particular visión del mundo, eran el vehículo perfecto para
conducir de nuevo al lector a horizontes renovados de terror con
actores viejos: los zombis. Los episodios en los que aparecen son
mis favoritos. Cuando caminan por el campo hacia su misterioso
destino, sentía de alguna manera que tenía entre manos a un Frodo y
un Sam aún más diminutos."
Cierto es que este acercamiento de la historia es en parte culpa a
la localización de las tramas en una ciudad española, Málaga y no
solo eso, sino que todas las localizaciones y elementos (como un
barco o la casa del Hombre Andrajoso) que salen, son reales y se
pueden ver en diversas fotografías que hay por la red. "El
hecho de que el libro se asiente completamente en lugares reales y
conocidos se ha convertido en uno de los motivos que han generado
más aplausos por parte de los lectores, y no solo para la gente de
Málaga, sino para todo el mundo. Algunos me han dicho que leían con
Google Maps delante, e iban viendo con sus ojos las correrías de
cada uno de los personajes. No pensé que fuera a resultar algo tan
importante, sólo era una curiosidad que me impuse, para tratar de
hacer la historia más creíble, dentro de ese contexto fantástico e
inexplicable. Una lectora me decía que estaba leyendo el libro en
la playa. Era la escena del puerto, cuando se comenta lo de las
grúas gigantes. Entonces levantó la cabeza de la lectura y
descubrió que las tenía visibles a lo lejos, como extraños
monolitos erigidos en nombre de algún dios desconocido. Se le
pusieron los pelos de punta. Eso es fantástico."
Por ello, puedo decir y así se lo dije en mis primeros
comentarios, que Necrópolis no solo
avanza de paso en la evolución de Carlos como escritor, sino que me
atrevería a decir que son dos y que no es descartable tener una
tercera parte, ya que aunque está intentando escribir una novela
sin zombis, la cabeza se le va a esa tercera historia. "Los
Caminantes: Hades Nébula, será el fin de la trilogía, y el final de
mi aportación al género. Espero poder condensar todo lo que tengo
en mente, porque hay mucho que desarrollar. Curiosamente tengo muy
claro el principio y sólo la trama principal de las cosas, pero el
final de todo está ya perfectamente definido. Creo que gustará
muchísimo, y estoy deseando contar la historia ahora que la he
visto en mi mente."
Así pues, espero con ganas esa nueva novela y poder acercárosla de
nuevo, es una de esas tramas zombis que no hay que
perderse.
Fernando Martínez Gimeno
Anika Lillo
Son muchas las veces en las cuales, en una trilogía, el segundo libro suele flojear, y los fans se quejan. Pero hay otras ocasiones en que esto no ocurre, y "Necrópolis" es uno de estos: si cabe, hay más acción, más peligros, más personajes -sin olvidarse de los principales-, más giros inesperados y la sensación de que Carlos Sisí ha tenido que pensar muchísimo para ver cómo meter a sus personajes en tales aprietos -cada vez más complicados- y conseguir que salgan de ellos todavía con vida. Pero no todos saldrán. En este volumen perderemos a algunos personajes -lo contrario haría que la novela fuera increíble, no todo el mundo puede sobrevivir siempre en un mundo de zombis, sobre todo si son como estos que se aceleran, y de caminantes pasan a corredores en cuestión de segundos-.
Al tiempo que Juan Aranda puede andar entre los muertos como el padre Isidro, este último empieza a sufrir un proceso extraño que nos dejará algo sorprendidos: ni actúa como un zombi, ni tiene las características de un vivo. Esto resulta estimulante aunque me hubiera gustado tener más detalles.
En "Necrópolis" hay muchas cosas que me han gustado, especialmente la inclusión de los niños en la historia y sobre todo la relación entre la niña y cierto perro (magnífica historia, un acierto absoluto gracias a dos cosas: el perro, al que leemos su pensamiento y del que debo decir que Sisí ha estado muy acertado a la hora de darle pensamientos perrunos -bastante creíbles-, y lo que sucede cuando se conocen niña -Alba- y perro -Gulich-); pero también ha habido momentos de verdadera angustia y curiosamente para mí no ha sido nada relacionado con zombis, sino con depredadores humanos vivos y el secuestro de una de las chicas. La resolución de este caso no ocurre hasta casi el final y puedo decir que si yo fuera de las que se comen las uñas, no me habría quedado nada que morder. Me resultaba algo desesperante esperar. Por suerte, Sisí no ha sido muy explícito, pero si vemos lo que sucede como si fuera real…ejem… ahí saldría mi vena beligerante y psicótica, seguro :)
El libro finaliza de una forma muy angustiante. Por un lado nos ofrece una esperanza (los supervivientes serán rescatados) pero por otro perdemos a algunos de nuestros personajes favoritos. Eso sí, hay sorpresa en la tercera parte, una sorpresa del todo inesperada.
Al margen de pequeños errorcillos casi innecesarios destacar -aunque va bien una revisión para redondearla para reediciones- es imposible no leer el tercer libro. Es más, es necesario y muy deseable.
Gracias, Sisí.
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Comentario de los lectores:
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