Los alegres muchachos de Atzavara

Opinión:

Salvo una novela del ciclo Carvalho y que no me dejó ninguna huella, no había leído nada de Vázquez Montalbán, aparte de sus artículos en prensa y que me parecían de un rojo algo trasnochado.

Así que al aparecer esta novela suya, original de 1987, en edición de bolsillo, me hice con ella a ver qué tal.

Y me ha gustado mucho. Cuando no es una sola persona el narrador de una historia se corre el riesgo de que te guste más una "voz" que otra. Aquí, el autor corre ese riesgo por cuadruplicado, y le sale bien en tres casos. No digo con esto que el capítulo narrado por Luis Millás sea inferior a los demás, sino que, como es un personaje soberbio y bastante antipatiquito (un novelista con ínfulas, probablemente un autorretrato irónico de Vázquez Montalbán), te da como rabia leerle. Los otros tres personajes respiran por las páginas de la novela, y parece como si los tuvieras a tu lado contándote aquel verano. Esa amenidad casi militante es lo que desde la primera página me ha encantado y enganchado a la novela.

Además de la muerte de Franco, que en 1974 se veía venir, hay otro tema, mucho más importante; el fin de la represión social y sexual que se veía venir en la España de esa época, y que a los protagonistas de esta novela, igual que al propio autor, les pilló un poquito cuarentones; el principio también de la catalanidad rampante y de-toda-la-vida, contra la que el autor se despacha a gusto. El principio del fin de "la cultura del armario" para los gays, y la permanencia, ay, de las diferencias de clase, que esas tardan bastante más en cambiar.

Una novela con muchas lecturas, que no renuncia a la amenidad para contar una historia cotidiana, de nuestro pasado reciente, y que recomiendo a amantes de las historias pegadas a la realidad, sin por ello dejar de ser ficción. He buscado "Atzavara" en el atlas, y resulta que no existe... ya se me han chafado las vacaciones del próximo verano.

Santi