Lope. El verso y la vida

Opinión:

A todos nos han dicho, cuando estudiábamos a Lope de Vega, que el autor era famoso por las situaciones tan complicadas que vivió. Muy posiblemente, algunos conocerán ciertos detalles porque muchos profesores los suelen utilizar para cautivar a sus alumnos y así adentrarlos en las obras del autor. Y, si bien Lope de Vega jamás escribió explícitamente sobre su vida, sí es cierto que muchos aspectos de esta ayudan a entender con más claridad su producción, ya sea a nivel poético o bien en el campo teatral. Por ello, la labor de Antonio Sánchez Jiménez a la hora de realizar esta biografía es elogiable, pues ha subordinado la vida al servicio de la obra del famoso poeta áureo.

Quizás uno de los mayores logros de Antonio Sánchez Jiménez en esta obra es la capacidad de síntesis, que le permite aportar en cada párrafo una gran cantidad de información nueva, y todo ello sin saturar al lector. "Lope. El verso y la vida" es una biografía estructurada en ocho partes, y cada una de ellas tiene en su interior numerosos subapartados que ordenan el contenido con una progresión cronológica que roza lo obsesivo. De hecho, la obra incluye, tras el prefacio, una completa cronología de la vida de Lope de Vega, e intercala en su discurrir algunas ilustraciones -un par de retratos, mapas y alguna primera edición-, para terminar con una retahíla de referencias y anotaciones del autor.

"Lope. El verso y la vida" comienza con una completa genealogía de los orígenes de Lope de Vega -quizás con exceso de detalle- y relata escasamente los estudios del autor. Es esta una introducción, porque la verdadera vida comienza más tarde, cuando Lope conoce a Elena Osorio y escribe romances y dramas de juventud. En su destierro a Valencia, Lope conocerá nuevos círculos teatrales muy influidos por la Commedia dell'Arte; más tarde, al servicio del Duque de Alba, empezaré el verdadero proceso de composición, que culminará en los años noventa con el "Isidro" y "La Dragontea". A partir de aquí, diversos amores se suceden en la vida del autor, como Micaela de Luján y Marta de Nevares, y también el éxito lo lleva a aspirar a grandes composiciones, como las famosas comedias de "El perro del hortelano" o "Fuente Ovejuna", así como "El castigo sin venganza" o "La Dorotea". La vida de Lope, sorprendentemente, termina acercándose a la religión, con una última etapa de literatura sacra y un doctorado en Teología.

Curiosamente, Antonio Sánchez Jiménez incorpora al final de la obra un capítulo dedicado a analizar, con cierto morbo, el carácter de Lope de Vega y los mitos que existieron en torno a su persona. Si ya resulta morbosa la propia biografía, tan repleta de mujeres y giros bruscos de acontecimientos, así como de polémicas literarias, un capítulo así bien se lo podría haber ahorrado el autor, pues no aporta nada que el lector no pueda deducir del resto de la biografía. Ignorando este detalle, "Lope. El verso y la vida" es una obra densa, repleta de sabiduría y muy útil para los interesados en la literatura áurea española. Solo con estudios así logrará pervivir nuestra más excelsa literatura.

Darío Luque