Lo que nunca te contaron sobre... el dinero

Opinión:

Si el primer vistazo a las viñetas ya resulta sugerente, la composición con el texto es un puntazo. Página tras página, Igor va desgranando las implicaciones de la existencia del dinero y la manera en que afecta (sinónimo en la mayoría de casos de que seguro que nos perjudica) a nuestras vidas.

Al principio pensaba, dado el tamaño y el grosor del libro, que tendría menos material del que me he encontrado finalmente. Lo cierto es que me ha sorprendido la gran cantidad de asuntos que ha conseguido incluir Igor sobre el dinero en estas páginas, incluso ha abordado aspectos en los que no había pensado.

Ya de salida aparece el avatar del propio autor, antes incluso que los créditos, donde sólo le falta darle la vuelta a los bolsillos para escenificar que, siendo como es un dibujante, si habla de dinero, será de oídas, porque lo que es tocarlo, va a ser un poco difícil.

De todas formas, luego ya entra en materia, que de eso se trata, y así empieza con la historia del dinero y sus sucedáneos. Llegando al presente, ahí están algunas maneras de fastidiar a los bancos, aunque poco durará esa alegría efímera, cuando se comprueba que si queremos disponer de dinero, eso también tiene un coste muchas veces. Pero tampoco es que mejore la situación en un mundo sin dinero en efectivo. Y de las criptomonedas, pues tampoco es una panacea.

Aún hay más, como prescindir del dinero, pero eso aún puede ser más problemático. Y si por un casual hay alguien que le sobra el dinero, una lista de cosas donde lo podrá tirar; incluida la lotería con unas cuantas puyas, aunque para puyas, las que se lleva la declaración de la renta, y otra que recibe es la Bolsa. Tampoco podía faltar el famoso "corralito", complementado con los líos del FMI, la amenaza de la próxima subida de impuestos, la demasiado siempre presente corrupción y la rueda de la deuda.

En todos y cada uno de los temas que trata, Igor toma la postura de esa persona normal que la mayoría de veces está indefensa ante las fuerzas económicas que dominan todos los ámbitos sociales.

Por eso mismo, casi siempre me he sentido representado en esos personajes que intentan seguir con su vida y cumplir sus expectativas, aunque siga habiendo a su alrededor todos esos individuos, por no llamarlos monstruos, que sólo buscan su propio beneficio y les quieren extraer hasta la última gota de su ser o, simplemente, devorarlos.

Vale que Igor trata el tema con buenas dosis de humor, pero también deja que aparezca la rabia, consiguiendo una mezcla con esos ingredientes que no deja a nadie indiferente, sino que compartirá con el autor una complicidad manifiesta.

Selin