Lo que habita dentro

Opinión:

"O te ocupas tú del monstruo o el monstruo se ocupa de ti" y "Uno, dos y tres, os atraparé" son dos de las frases de portada en un libro de terror con tapa blanca, detalle éste que me ha encantado (además de la portada, magnífica) porque es simbólicamente algo así como corromper la luz.

Cuando comencé la lectura sólo sabía que la autora era conocida por sus novelas eróticas, y como yo soy de la opinión de que el verdadero escritor se atreve con distintos géneros, le di una oportunidad (merecida) porque había escrito algo de mi género favorito: terror. No thriller -que es mi segundo favorito- si no TERROR, en mayúsculas. E iba bien hasta que leí que la cocina estaba infectada de cucarachas (lo correcto habría sido "infestada"). Digamos que eso me chocó y crucé los dedos para que la cosa no se repitiera. También me sorprendió que en una casa abandonada hacía ya cuarenta años fuese tan fácil entrar y sin embargo se encontraran allí tantas cosas, como un montón de juguetes o un joyero. El sentido común dice que si hay cosas dentro es que no es tan fácil entrar, o que si es tan fácil entrar después de cuarenta años de niños y adultos curiosos ahí no debería quedar ni juguetes ni joyeros. Pero seguí dándole otra oportunidad. De hecho en esa casa, la casa Camelle, sucede una de las escenas poltergeist que indican que sin lugar a dudas estás leyendo una novela de terror. Y ya por último, me tuve que quitar otro prejuicio: la historia me recordaba demasiado a otra novela famosísima, era como la hermana pequeña de "It" de Stephen King: un grupo de niños se enfrenta a un monstruo capaz de aparecerse en cualquier sitio y se lleva -y mata- niños que acaban "abajo". Y esta pandilla vuelve años después a acabar con el monstruo cuando temen que haya vuelto a salir de su letargo o escondite (en el caso de It, letargo, y en este otro caso de su escondite por estar atrapado hasta que alguien vuelve a abrir el pozo).

Así pues me tuve que quitar varios prejuicios. De hecho hay una cosa más que como buena amante del terror no me ha convencido, y es el final: una carta escrita para "aclarar" cosas por parte del monstruo da argumentos para poner en duda más partes de la historia, y es que ésta es algo compleja, abarca mucho, y en vez de quedar todo claro a lo largo del libro es una misiva final la que da las explicaciones. Pese a todo, la novela me ha gustado bastante.

"Lo que habita dentro" bebe de los clásicos modernos de la literatura y el cine. No será muy original, pero es bastante adictiva. Tenemos escenas poltergeist, potentes escenas de niños fantasma que evocan al mismo Stephen King, e incluso fabulosas escenas de niños capaces de moverse por las paredes que ponen los pelos de punta y que en las películas nos hace encogernos en nuestro asiento. Los amantes del terror disfrutamos de estos momentos cumbre y agradecemos que haya varios. No es una tensión constante -otro tipo de terror- pero sí nos gusta que nos sacudan de vez en cuando. Malenka Ramos lo ha hecho bastante bien, lo suficiente como para querer seguir leyéndola.

Si te gusta el terror y eres capaz de sacudirte los prejuicios que a veces nos acosan a quienes o bien leemos mucho o bien sabemos demasiado de historias de terror, "Lo que habita dentro" te va a gustar.

Monstruos con cara de conejo, subterráneos, poltergeist, acoso fantasmal, pesadillas, visiones, niños desaparecidos, asesinatos, traumas que te dejan sin voz, antiguos sanatorios, espíritus terroríficos… e incluso una historia de amor muy bien guionizada se entremezclan en esta novela que, para ser la primera de la autora de este género, es para aplaudir.

Anika Lillo

Foto homenaje: