lo que devora el tiempo

Opinión:

En Lo que el tiempo devora nos encontramos ante una novela magníficamente escrita que ha convertido la supuesta aparición de una obra perdida de Shakespeare en el leiv motiv de su argumento. Su autor, Andrew Hartley, es especialista en el gran dramaturgo inglés, de hecho imparte clases sobre él en la Universidad de Carolina del Norte, y eso le ofrece la gran ventaja de saber sobre lo que está escribiendo.
 
La novela cuenta con un buen inicio que engancha rápidamente y, aunque se apoya en un asesinato, muy al estilo de los thrillers, está narrada con soltura.
 
A pesar de que Andrew Hartley sabe intrigar al lector e inserta subtramas de suspense, y aunque al final siempre las resuelve sin dejar cabos sueltos, el lector tiene la sensación de que la historia da vueltas y más vueltas innecesarias para complicar la obra de forma innecesaria.
 
Es cierto que el autor sabe escribir y que su estilo es claro y directo. También nos encontramos ante un libro con personajes bien definidos y diálogos naturales. Y, si bien es una obra técnicamente casi perfecta, el lector se percatará de que le falta algo, quizá se trate del “alma”, de lo que hace que una novela sea verdaderamente inolvidable; pero el caso es que Andrew Hartley se demora excesivamente en desarrollar los principales argumentos, y en parte porque ralentiza la acción al ser sus descripciones, en ocasiones, exhaustivas.
 
El lector agradecerá, sin duda, que los capítulos sean cortos ya que conferirán agilidad a la trama y otorgarán una cierta acción al texto, contrarrestada como decía con anterioridad por las abundantes descripciones.
 
Aunque los todos los personajes están trazados con características que los diferencian de los demás y les hacen únicos, hay un par de ellos cuya importancia dentro de la historia no llega a estar del todo clara y uno se pregunta por qué los habrá incluido el autor. Se trata de un sacerdote y de un policía británicos que parecen ser una mera excusa para ofrecer informaciones gratuitas al protagonista y cuyo papel no termina de convencer.
 
En definitiva, con Lo que el tiempo devora estamos ante una historia con todo lo necesario para gustar, con el estilo de un thriller bien escrito que, sin embargo, habría podido mejorar la calidad de su argumento.
 
Gemma Nieto