Limpiezas traumáticas

Opinión:

Si el título, "Limpiezas traumáticas", llama algo la atención, aunque no define gran cosa de lo que vendrá después, es el subtítulo, "Familia González, 10 años eliminando las huellas del crimen", el que atrae definitivamente hacia este libro que, en su interior, desgrana escenarios criminales muy mediáticos, junto con otros mucho más anónimos o cotidianos.

Esta es la historia de esa empresa, familiar en sus orígenes y que ahora tiene varias delegaciones repartidas por toda España. Son sus experiencias, su día a día en escenarios de todo tipo, desde el más truculento que se pueda alguien imaginar, hasta la silenciosa muerte en soledad de alguien que con los años ha perdido todo contacto y muere de pura vejez.

Entre medio de ambos extremos hay de todo, pasando por aquellas personas que han padecido el síndrome de Diógenes y han convertido su hogar en una especie de vertedero, a fuerza de acumular cosas de todo tipo, formando verdaderas montañas de basura dentro de su vivienda.

Beatriz González ha recogido sus testimonios y también los ha acompañado en alguna ocasión, habiendo tenido que oír la frase que Manuel González suelta a todo aquel que quiere acompañarles en una de esas "limpiezas traumáticas": "A estas cosas hay que venir preparado. Entrarás con nosotros. Olerás. Verás. Y, al final, te arrepentirás".

Porque, aunque no lo parezca, hay personas interesadas en ver cómo se trabaja para limpiar un escenario criminal, ¿cómo? Pues sí, ya que se piensa en ello como una oportunidad de ganarse la vida, aunque la verdad es que hace falta mucho temple para mantenerse en ese trabajo sin que flaquee el ánimo, porque lo peor no es lo que se ve, sino lo que se imagina o se sabe que ha pasado allí.

Cada capítulo tiene un punto central, alrededor del cual irán las escenas comentadas y oros aspectos relacionados. Varios remiten directamente a crímenes mediáticos (Pioz, por ejemplo), otros al concepto subyacente (Una vida entre basura, Síndrome de Noé o Morir solo en casa). Además de las experiencias propias de los González, se añaden estadísticas, referencias a estudios y ensayos sobre lo tratado en el capítulo y, también, a libros que han tratado sobre este mismo tema.

Que sí, que hay unos cuantos, publicados en diferentes países, que dan fe de que este oficio está extendido por todo el mundo. Bueno, si hasta hay alguna película y un par de series televisivas con el tema central de la limpieza del escenario donde ha habido un crimen.

"Limpiezas traumáticas" resulta un libro interesante, con una lectura que transmite lo suficiente, sin ser escabrosa, sobre lo que se puede encontrar en un escenario criminal, a la vez que muestra cómo es el día a día de las personas que han optado por ese trabajo.

Selin