Las vidas perdidas

Opinión:

Mario Escobar es licenciado en Historia, profesor en la UNED, conferenciante y colaborador en varios medios de comunicación. Ha escrito muchas novelas sobre la Segunda Guerra Mundial, centrándose en la historia de los judíos, su captura y deportación a los campos de concentración, y sobre todo se centra en los niños y los héroes casi todos anónimos que intentaron salvarlos de una muerte segura.

Las novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial y centradas en las tropelías cometidas a las personas judías son estremecedoras, pero si están basadas en hechos reales como en este caso, la emoción se multiplica. El autor solo ha cambiado algunos acontecimientos para su mejor comprensión y sobre todo para proteger la intimidad de las personas supervivientes que al día de hoy continúan con vida.

"Las vidas perdidas" se basa en la historia protagonizada por un grupo de personas, entre ellas varias personas de la iglesia, un médico y dos trabajadoras sociales, entre otros, que salvaron a ciento ocho niños de una muerte segura, ya que iban a ser deportados junto a sus madres a los campos de concentración. Pero, además, es la historia de Valérie Portheret, historiadora francesa que durante su época de estudiante emprendió una investigación acerca de esos niños. Este estudio duró veinticinco años y durante su proceso logró devolverles la identidad a buen parte de ellos, ya que al ser separados de sus madres y para que los nazis no pudieran seguirles la pista, cambiaron de nombre.

Para la total comprensión de la novela, el autor ha creado dos líneas temporales. En el presente, Valérie investiga qué sucedió en aquel punto de la historia y se encontrará con diversidad de trabas en el camino. En el pasado, nos situamos en el año 1942 y he de decir que es la parte que más me ha gustado. Mario Escobar sabe novelar muy bien lo que es una historia real, dotándola de momentos emocionantes que hacen que yo, como lectora, pase por varias fases, como son la incredulidad hacia lo que está contando (aunque por desgracia fue real) la impotencia, la derrota y a la vez la esperanza. Es todo un cúmulo de sensaciones reunidas alrededor de esta historia real.

Se rompe el corazón al leer cómo familias enteras eran separadas. Y más aún saber de qué forma esos ciento ocho niños se salvaron de ser llevados al campo de concentración. Para esto, tuvieron que ser separados de sus madres, había niños ya mayores y podían comprender algo pero también había bebés que no podrían encontrar consuelo al no ver a sus madres.

A quien le guste este tipo de historias, es muy posible que haya leído en otras novelas o en libros históricos el nombre de Klaus Barbie, un oficial de la SS quien torturó a cientos de personas. Un hombre cruel y sin escrúpulos al que apodaron "el carnicero de Lyon" y al que también veremos en "Las vidas perdidas".

La narración es en primera persona y el autor no se entretiene en descripciones innecesarias ni florituras, su escritura es directa y en muchos casos conmovedora. Es una novela que tiene muchos personajes, sus historias y sus vidas se entremezclan, conformando el entramado. Y como digo, hay muchos personajes, pero no se le pierde en ningún momento la pista a ninguno de ellos.

Hay un detalle que me ha encantado y es ya en el epílogo y lo protagoniza Valérie. Son apenas dos páginas pero a mi parecer es lo que le da sentido a toda la historia, imagino que también fue real esta parte y para mí ha sido algo precioso.

Seguiré leyendo todo lo que el autor escriba en un futuro, me gusta tanto su prosa como las historias que cuenta, tan necesarias de no ser olvidadas en el tiempo.

En resumen, "Las vidas perdidas" es un claro homenaje a las personas que desinteresadamente salvaron la vida a niños judíos y a Valérie Portheret por devolverles la identidad, una novela necesaria para no olvidar la historia. Sin duda la recomiendo.

María Criado.