las particulas elementales

Opinión:

Es complicado hablar de este libro. No es nada apasionado, incluso Houellebecq es frío, distante en su prosa, no te hace partícipe de ella en absoluto, pero por otro lado y sobre todo según la edad que tengas (o si eres muy joven lo que conoces por televisión), te hace reconocer épocas y las enmarca en la vida de sus protagonistas. De este modo Houellebecq hace que el New Age, las comunas hippies, la libertad sexual, el divorcio, etc… vayan parejos a sus dos protagonistas principales: Bruno y Michel, dos hermanastros que conducen su vida de forma totalmente opuesta. No se puede sentir más que pena por ambos, y también por sus "amores". Uno no acepta la madurez, el otro simplemente no acepta la vida más que como vía para sacar adelante su proyecto. Resultan bastante tristes, en ocasiones patéticos, y dignos de pena. Sin embargo, cosa curiosa, se dice que en este libro Michel Houellebecq desplega humor y todavía me estoy preguntando dónde se esconde. ¿Quizás en ese final biográfico? No lo sé.

No es este un libro que enganche, sin embargo reconozco que me ha gustado. Es casi imposible entenderlo… Cada noche acudía a él, a veces durante el día (buena parte me lo tragué en un viaje a Madrid) y sin embargo no es de esos que te llaman desde la mesita de noche, pero tiene "algo". Personalmente me ha dejado flipada algunas cosas, no sólo la comuna (que es para fliparla) si no también los vínculos satanistas, la relación de Aldous Huxley "con el libro y alguno de sus protagonistas", etc…

Pero también tiene su parte negativa… Las partículas elementales me ha resultado tremendamente aburrido cuando hablaba precisamente de lo que da título al libro, del trabajo de Michel, de eso a lo que dedica su vida. ¡Estás perdiendo el tiempo! quería gritarle, porque este personaje no ve más allá, o no quiere, que sería lo más correcto. Me ha gustado aunque sea de pasada cómo describe la evolución del hombre y cómo viven esta evolución sus protagonistas, pero esa otra parte… me resultaba un rollo patatero.

Prefiero quedarme con lo que me ha gustado, que ha sido bastante, aunque tengo la impresión de que cuando recuerde el libro estaré siempre viendo sexo, pajas y orgías.