Las efímeras. Tomo 2

Opinión:

Segundo y último tomo de "Las efímeras" de Jeff Lemire, publicado por Astiberri ediciones. Aquí como guionista y dibujante a la vez, Lemire concluye este relato épico de Franny y Bicho.

Es interesante observar cómo la trama, en el tomo anterior, "Las efímeras 1", comenzó como una fantasía urbana y horror sobrenatural para derivar en este tomo a una historia mucho más realista. Veremos a nuestra pareja protagonista pasar por momentos muy duros, situaciones de violencia extrema y también habrá lugar para la tristeza y la emoción... Los que ya hemos leído a Lemire, sabemos que maneja perfectamente el desarrollo y la interacción entre los personajes, dejándonos una novela gráfica sólida y adictiva.

Un pueblo chico con un infierno desatado. Familias complicadas y conflictivas, relaciones rotas y una sensación ominosa de desastre que lo cubre todo. Franny intenta ayudar a Bicho, la joven mitad humana, mitad insecto... El costo será grande, y aquí y ahora iremos viendo las pinceladas de realismo mágico que va imprimiendo Lemire al ambiente oscuro y pueblerino, apuntalado por unas ilustraciones magníficas y hermosas que ocupan buena parte de la página. Usa viñetas grandes y aporta una paleta de colores apagada, de tonos grisáceos, ya característicos de toda su obra.

Una narración que transita diferentes géneros, el noir, el suspense y el terror, pero que sobre todo es un drama existencial impactante. Lentamente empezaremos a ver cómo los hilos narrativos van uniéndose camino a su culminación. Franny se mueve por el apagado paisaje rural norteamericano, en medio de una oscura tormenta de nieve... ¿Qué horrores la esperan al final del camino? ¿Cuál será el siguiente secreto en ser revelado?

Algo que ya me había gustado en el anterior y se acentúa en este tomo, es cómo juega el autor con la sensación de inminencia de los hechos importantes. Va fabricando un in crescendo que, en un cómic, y a través de dibujos sin diálogos, es difícil de lograr. La técnica de ilustraciones casi a página completa es lo que le aporta la grandeza al argumento, es sentir que casi somos uno con los personajes y su penar.

Además, y si del apartado gráfico hablamos, podemos concluir que todo está en la atmósfera: sombras irregulares, entre grisáceas y verdosas, el rojo fuerte como un color principal omnipresente, y la palidez tan realista en los rostros es algo que me ha gustado mucho. Horizontes hechos de líneas puntiagudas, anunciando un terreno peligroso y desértico... Un Canadá triste y miserable, un mundo que parece ajeno pero que Lemire retrata fielmente como el nuestro.

Quiero agradecer especialmente a los amigos de Astiberri por el envío de este tomo final y así permitirme concluir esta magnífica historia que quedará en mi recuerdo y, por supuesto, ocupando un lugar destacado en mi biblioteca.

Muy buena.

Violeta Lila