Las edades de la rata

Opinión:

Esta obra de Martín López Lam, peruano que vive desde hace años en España, se alzó con el premio Internacional de Novela Gráfica Fnac-Salamandra Gráfica de 2019. Presenta un dibujo agreste, con una expresividad bien conseguida en su presentación feísta y excesiva. Esta presentación visual abigarrada y algo basta casa bien con la historia que nos trae "Las edades de la rata", en la construcción de la vida de un Isidoro que deja su Perú natal para recorrer Europa (Barcelona y Roma) en busca de aventuras. Es un personaje bohemio, a quien le gusta vivir al margen del todo, por un tiempo incluso al margen de la ley.

"Las edades de la rata" es un álbum que nos permite acompañar a Isidoro y su amiga Manuela por ese periplo que tiene algo de iniciático. Su estancia en Europa no será un mero turismo, sino oportunidad de conocer el interior más sórdido y oculto de las ciudades. La novela gráfica tiene momentos interesantes y destellos visuales o textuales de mérito, pero mantiene un tono pretendidamente grandilocuente que después nunca cristaliza en un mensaje realmente profundo. Digamos que la obra se tomas más en serio de lo que realmente se ofrece, y rebosa una textualidad verbosa que tiene algo de errática.

No se puede considerar fallido, sin embargo, "Las edades de la rata" se lee bien, y tiene episodios de interés, aunque el conjunto parezca algo descabalado.

Cuenta con flashbacks que componen lo mejor de la novela, que nos retrotraen al Perú de los años 30. Son pasajes emotivos, de mucho aliento, con una ambientación magnífica y de fina visión intimista. Un sentido de extrañamiento y magia ocupa todo el relato, y se agradece porque dota al conjunto de una pátina de irrealidad que hace un contraste interesante con ese sucio realismo en el que se basa el curso de los acontecimientos general. El propio autor ha confesado en alguna entrevista que pretendía no hacer un homenaje al realismo mágico sino una parodia de él.

Un dibujante a tener en cuenta y a quien seguirle la pista en entregas futuras.

Rafael Ruiz Pleguezuelos