Las confesiones del joven Nerón

Opinión:

Locusta, la envenenadora de Roma, es requerida en varias ocasiones por las familias nobles para decantar la balanza del poder, sobre todo entre las que aspiraban con ceñirse los laureles de Roma, sin ser conscientes de que en ese mismo momento se daba inicio una nueva conspiración y que ella volvería a tener que ingeniarse un nuevo veneno, desconocido y más mortal que el anterior. Sus recuerdos en la celda dan paso a las memorias de Nerón, toda una vida rodeada de muertes y engaños familiares, que son sin duda la característica principal de la endogámica Antigua Roma.

Nerón y Locusta alternan la narración de esta biografía novelada para dar cuenta de como se va fraguando la mente cruel y atormentada de Nerón, los asesinatos que se van produciendo a su alrededor, muchos de ellos cometidos entre miembros de la misma familia, le van creando una coraza con la que decididamente se enfrenta a su destino; mejor que la historia le conozca por ser un asesino sin escrúpulos que formar parte del interminable juego en el que se ha convertido Roma.

Mesalina, Tiberio, Calígula, Claudio, Agripina, Augusto, Popea, Marco Antonio y otros muchos personajes de la historia aparecen en mayor o menor medida por estas páginas donde Nerón y Locusta narran diferentes épocas. Para cada uno de ellos la autora recrea un perfil dibujado desde la perspectiva de sus protagonistas y sin salirse mucho del guión establecido por las variadas biografías de Roma. Curiosamente, Nerón es el personaje histórico de Roma sobre el que menos se ha escrito y profundizado, dando por hecho que era uno más, un asesino como lo fueron sus antepasados.

La juventud de Nerón es un largo camino en el que tras la muerte de su padre y despojado del cuidado de su madre Agripina, vive con Augusto y después con Octavia en una vida alejada de la realidad. Años más tarde Agripina le recupera y le lleva a vivir a Roma donde empieza a instruirse y a formarse, iniciándose en él el gusto por la música y la lucha griega; a lo largo de la novela iremos viendo cuan importantes resultan estas dos facetas para entender y acaso admirar la figura tan distorsionada que tenemos de Nerón. Después de haber leído esta novela mi percepción de Nerón es muy diferente a la que tenía y todo el mundo conoce.

Agripina asume el rol que le impone la historia con una acertada narrativa que convierte su personaje secundario en uno de los elementos que más preocupan al joven Nerón. Con ella aprenderá todas aquellas cosas que conocía pero que no sospechaba quienes las practicaban. La manipulación constante de su madre, sus conspiraciones dentro y fuera del seno familiar, su ansia de poder y un episodio en el que seduce a su hijo, marcan de nuevo el camino a Nerón para ponerse en guardia ante los verdaderos intereses de Agripina. Una relación que atrapa con fuerza y que tiene ramificaciones llenas de interés dentro de esta etapa adolescente.

Tras ser adoptado por Claudio y nombrado heredero, su educación se centra en la política y de la mano de Séneca aprende todos los entresijos del Senado dejándose amaestrar en el campo de la filosofía; aprende leyes, convive con el pueblo a escondidas y transita por cada uno de los recovecos de Roma que hablaban por sí solos de la historia que él como emperador no podía desconocer. El recorrido de esos días son una gran fuente de datos con la que disfrutar documentándose, esa parte de ensayo que todas las buenas novelas históricas poseen y son tanto de agradecer, y donde también descubriremos a un Nerón preocupado por avanzar en campos como la ingeniería o la arquitectura, disciplinas que supusieron cambios importantes no sólo en Roma.

Sorprende conocer a Nerón más allá de su condición de emperador y la trama política y de asesinatos que se vive a su alrededor; su pasión por el arte, donde la danza, la poesía, la música o el teatro dan vida de nuevo al pueblo de Roma. Su participación en las artes escénicas y su apuesta por dar algo más que sangre y circo, son mostrados por la autora recreándose en escenarios, puestas en escena y el sentir de un imperio que afrontaba el futuro con otras perspectivas alejadas de las continuas guerras y conquistas.

Así, llegamos al incendio de Roma; imagen clásica de Nerón con su lira y que tan alejada está de la realidad. Episodio que pone un punto y aparte en esta biografía novelada de Nerón y que pronto tendrá su continuación. Un personaje fascinante maltratado por la historia, posiblemente por quienes querían empañar la era de Augusto en su totalidad, y al que la autora consigue humanizar.

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