Las cartas de la tribulación

Opinión:

Empecé la lectura sin tener muy claro lo que me iba a encontrar, poco a poco lo fui descubriendo, aunque no por eso pueda decir que lo haya comprendido en todo su sentido. Considero que, en casi todo momento, me he quedado en la superficie.

Los textos son complejos y están imbuidos de espíritu religioso. Cada palabra, cada pensamiento tiene un valor profundo y notaba como a mí, como persona alejada de dogmas por decirlo finamente, se me escapaba buena parte de su significado.

Aun así, mientras que la primera parte del libro me resultaba un tanto lejana, donde me he movido con más facilidad ha sido en los textos propios del Papa Francisco, cuyas cartas a los Obispos de Chile son claras respecto de los aspectos controvertidos, aunque más complejas cuando entra en las actitudes y acciones propiamente religiosas.

Entiendo la dificultad que entraña la búsqueda de las palabras adecuadas, pero no comparto el tono, que me ha parecido paternalista en varias ocasiones, incluso demasiado suave para la gravedad de los hechos.

Porque han sido una serie de casos de pederastia, que aquí se engloban dentro de una casuística general de abusos de diferentes tipos, lo que ha propiciado la aparición de este libro.

Como también me parece discutible la observación de unas conductas determinadas, calificadas de perniciosas, en el seminario, pero que tienden a identificarse con la homosexualidad.

No considero que ese sea el problema real, ya que lo mismo sería si fuesen heterosexuales, sino la incapacidad de ejercer un pupilaje correcto con las personas sobre las que se tenga esa responsabilidad.

Porque la tentación siempre puede aparecer, y sé de lo que hablo por experiencia, pero es la propia persona la que debe tener muy claro qué es honesto y qué no lo es.

"Las cartas de la tribulación" es un libro con varias lecturas, que dependerán del ánimo y los conceptos religiosos del lector, que al final tendrá su propia posición respecto de lo ahí expresado.

Selin