Lago negro de tus ojos

Opinión:

Tras un libro de diseño atractivo a la vez que oscuro, se esconde una historia que aparenta ser bastante normalita -y que es justo todo lo contrario- para acabar en lo que podría decir todo un homenaje a Lovecraft. Las novelas de Guillem López destacan por el conjunto de sus historias o el desenlace de éstas. En el caso de "Lago negro de tus ojos" diría que aquí lo fabuloso está al final, cuando a tu mente llegan escenas que imaginaste alguna vez leyendo a Lovecraft. Y te dices ¡eh, qué final más pulp!

Estamos viviendo nuestro propio Incidente con la pandemia del coronavirus y nuestras cabezas, al menos las de algunas (fíjense en "algunas" y "lagunas", qué cosa tan simpática ha unido mi estado emocional con el que provocan esas lagunas) entre las que me encuentro, no consiguen seguir con la normalidad de todo el año. Lo confieso: he perdido la concentración y la estoy recuperando con esta reseña. Eso ha hecho que cuando tiempo después de haber leído el libro lo cogiera para hacer la reseña me costara recordar la trama. Pero, cosa curiosa, conforme he ido escribiendo (y esta frase la añado después de haberla escrito porque estoy repasando mi texto) han ido saliendo esos misterios que esconde la novela, así que definitivamente debe ser mi Incidente el que me ha impedido al principio recordar con más claridad de qué iba este libro.

Que nadie se extrañe, por cierto, de que Guillem López incluya alguna que otra palabra o frase muy corta en valenciano, porque suele hacerlo, pero no será nada que no podáis entender. Los tacos se entienden en todos los lenguajes y lo que muestra en realidad es el estado de nerviosismo del personaje.

Hay dos protagonistas principales: Carla, la periodista que vuelve a casa retornando a un pasado del que solo queda una vieja casa abandonada llena de bichos, y Bernat, ahora un hombre casado, con el trabajo que uno jamás pensaría que tendría (es fumigador), bastante corriente y con un algún secretillo. Como secundario aparece ese tipo que conocimos en el pasado y que de pronto es el sheriff del condado (en este caso alguien que Carla conocía y ahora es el Jefe de Policía del pueblo). Tenemos unas lagunas extrañísimas que han aparecido de repente y en El Clot está la más grande. Y está ese momento homenaje a Lovecraft total pero…

Si hay una cosa que llama la atención por excepcional es la forma narrativa que ha usado en este caso Guillem López: se ha valido de viñetas descritas salidas de la mente de quien narra la historia para que veamos un cómic al tiempo que leemos la historia. También es excepcional - y yo diría que acertadísimo- un momento clave en el que con el propio diseño del texto en la página (lo definiría como psicodélico) podemos imaginar a la perfección cómo está la mente de esa persona en ese momento.

Hay que destacar también que la historia la cuenta un hombre a través de sus dibujos, haciendo alusión a menudo a sus terapeutas. Quedaos con eso.

Es una novela que se lee en un par de horas, por eso decía que no es la trama sino el conjunto (y casi siempre es así con este autor) de su trabajo en cada obra. Hasta ahora no he leído de Guillem dos iguales, y yo valoro que los autores no me cuenten siempre la misma historia. Además, tengo la impresión de que las novelas de Guillem (al menos diría que ésta y la de "Arañas de marte") agradecerían una segunda lectura para descubrir todo aquello que nos estaba contando sin que nos enteráramos cuando las leíamos.

Si queréis tener un encuentro lovecraftiano, debéis acercaros a la laguna de El Clot. Guillem López os hará de guía.

Anika Lillo

Foto homenaje: