La vida invisible

Opinión:

La vida puede cambiar de forma drástica de un momento para otro. Lorenzo Amurri tiene 26 años en el momento del accidente y, aunque lo relata años después, lo escribe en tiempo presente. De esta forma da una gran fuerza al relato, pues hace que toda la incertidumbre y los miedos, que se van presentando a lo largo del lento proceso desde el accidente, hasta su estancia en distintos hospitales y su regreso a casa, los vivamos a la vez que él.

Este tipo de accidentes siempre nos impacta, porque son totalmente inesperados y fortuitos. Nos muestran de sopetón lo impredecible de la vida, por eso nos hacen reflexionar sobre nosotros mismos cuando nos tocan de cerca o, como en esta novela, cuando alguien nos lo cuenta con detalle. Por eso consigue que la leamos con tanta atención.

Además, su escritura es bella. Amurri alterna una prosa meramente descriptiva, cuando nos explica aspectos médicos, de los tratamientos o, incluso, de la mecánica de la cama del hospital, con una prosa casi poética, lírica, cuando se trata de revelarnos sus sentimientos. Unos sentimientos que es capaz de expresar muy bien por escrito, en contraste con su incapacidad de hacerlo verbalmente. Hay situaciones, en especial con su novia, en que nos gustaría poder gritarle: ¡Pero habla, díselo, no te calles!

Aunque esta autobiografía está centrada en su vida posterior al accidente, también se encarga de apuntar con acierto cómo era, vivía y sentía en su existencia anterior. De hecho, su gran talento para escribir, se revela después de verse privado de su gran pasión: la guitarra. El verdadero artista es capaz de serlo en distintas disciplinas y Lorenzo Amurri nos demuestra que lo es.

No estoy de acuerdo con el subtítulo de la obra: "Memorias de transformación, música y superación". Son más bien unas memorias de introspección, de observación, de aceptación. Que no espere el lector un relato deprimente y lleno de autocompasión, mientras llega ese momento realmente transformador. Es una historia íntima y realista. Totalmente creíble. Incluso, hay episodios que se toma y nos cuenta con auténtico buen humor. La mente del autor funciona perfectamente y se convierte en un hábil observador y cronista, no solamente de su mundo interior, sino también de los que le rodean. Me gusta mucho el modo en que sabe leer entre líneas el comportamiento de los demás hacia él. Tal vez es lo que destacaría de esta obra, la profundidad psicológica de su mirada y la excelente manera en que lo comparte con nosotros. Creo merecido que en 2015 "La vida invisible" ganase el Premio de Literatura de la Unión Europea.

Blanca Barbero