La última Sibila

Opinión:

"La última Sibila" está ambientada en un escenario que siempre me ha llamado la atención: los antiguos oráculos de la Grecia Clásica. Gracias a esta novela he podido saber más cosas sobre ellos, cómo estaban organizados y algunas de sus costumbres. La documentación de Isabel Abenia, en ese sentido, es excelente y he aprendido mucho sobre esa época a través de sus páginas.

El problema es que mucha de esa información, que no niego que es interesante, me sobraba. La autora la mete dentro de las clases que recibe la protagonista, o en diálogos, pero muchas veces no solo no aporta nada al desarrollo de la trama (más bien al contrario) sino que está un poco metida con calzador y eso hace que las conversaciones suenen forzadas y poco naturales. Aparte de que a veces me daba la sensación de que se repetía un poco, de modo que, sumando esto a los pocos acontecimientos, el ritmo era lentísimo.

Los personajes también me han parecido poco creíbles (quizás por esa forma de hablar tan poco natural que tenían), demasiado estereotipados y con escasa profundidad más allá del papel que interpretan (salvo en el caso de Clea), lo que hacía previsible tanto los conflictos como la resolución de los mismos, aunque esta resolución implicara un cambio que en principio debería ser sorprendente. En cierto sentido, me ha dado la impresión de que se los tragaba el contexto en el que se movían, que había más preocupación por dar información interesante sobre la época que por contar una historia que enganchara. Simplemente, a los personajes les pasaban cosas pero, fueran buenas o malas, no logré sentir un interés empático hacia ninguno de ellos de forma individual, lo único que me hacía seguir leyendo era la curiosidad por ver cómo la institución oracular se colapsaba lentamente. Quizás por eso el final ha sido un chasco, porque fuerza las cosas con un diabolus ex machina. La última parte, de tres centurias y media después, también me sobró.

En cualquier caso, como ya he dicho, la información histórica que se saca al leerlo es lo bastante jugosa como para que el libro sea interesante y entretenido de leer, aunque a mí, personalmente, me hubiera gustado que eso se combinara con unos personajes más profundos y un poco más de "chicha" en la trama.

Déborah F. Muñoz