La última salida

Opinión:

He leído las tres novelas de Federico Axat y nunca me he sentido defraudada. Con "Benjamin" (2010) supe que sería un autor al que seguiría, con "El pantano de las mariposas" (2013) me sentí fascinada porque era la segunda vez que contaba una historia que cambiaba totalmente al llegar al final (¡ya iban dos veces las que me sorprendía con el mismo truco!), y con "La última salida" (2016) esperaba ansiosa la trampa, el truco, eso que haría que la novela cambiaría de sentido ¡y allí estaba! En las últimas páginas, ésta, como las anteriores novelas, hacen que descubras otra historia, un secreto que sólo el autor conoce y que se cuida mucho para que no lo descubramos antes de hora. De hecho son muchos los autores que dan tantas pistas que te sientes algo decepcionada, pero con Federico Axat no sucede esto. Es maravilloso el dominio que tiene de los tiempos y de la dosificación de datos.

La novela sería coral si los personajes de los que habla Ted con Laura fueran personajes activos en la obra, pero en realidad casi siempre sabemos de ellos por Ted McKey, y lo que él nos cuenta va cambiando conforme pasa el tiempo, así que el atractivo de la lectura está servido.

Hay una línea temporal actual que se rompe al final para llevarnos al pasado (y conocer más de la vida de este suicida asesino -no asesino suicida-), y también una trama romántica en la que se embarca su psiquiatra pero que aunque no molesta, tampoco aporta mucho.

Es mucho más interesante cuando la historia se centra en Ted, o cuando visualizamos momentos del centro psiquiátrico. La cuestión es ¿está loco Ted? ¿Es un suicida? ¿Es un asesino? ¿Es las dos cosas? ¿Todo es un montaje? ¿Entonces por qué ver una zarigüeya cuando va a pasar algo o soñar con escenas desagradables que para él no tienen ningún sentido? ¿Son alucinaciones? Laura es la encargada de "descifrar" su mente y devolverle la lucidez conforme avanza la terapia.

Cuando llegamos a la última parte (está estructurada en cuatro partes), conocemos a Lynch de nuevo activo como lo conocimos en las primeras páginas, pero también conocemos el desenlace de la novela, algo absolutamente sorprendente.

Esta novela gustará a los amantes de la intriga, el misterio y la tensión, a quienes les gustan los personajes torturados y borderline, a quienes disfrutan enormemente con leer una novela y descubrir otra cuando llegan al final. A mí no es que me guste, es que me apasiona, porque el haber leído tanto del género hace que sea muy difícil sorprenderme y más aún que admire a un escritor.

No quiero contaros más porque es una de esas novelas que disfrutas mucho y por partida doble, así que hacedme caso: Federico Axat es un autor al que hay que leer.

Sólo hay una cosa que no me gusta: el título es tan genérico que sé que lo olvidaré.

Anika Lillo