La Tierra errante

Opinión:

En lo que básicamente podemos estar de acuerdo es que Cixin Liu escribe ciencia ficción… aunque tal vez no siempre, y ciertas obras suyas se puedan catalogar más bien de Thriller tecnológico (caso de "La Esfera luminosa", ya reseñada aquí). Liu es ya sobradamente conocido, multipremiado y con una de las obras aquí recogidas adaptada al cine. Igualmente, cinco de las 10 obras recogidas en esta antología han recibido el Galaxy Award.

Comienzo la reseña de esta manera porque quiero resaltar que, por expresarlo de algún modo (no me entendáis mal), Liu "utiliza" la ciencia ficción en vez de "escribir" ciencia ficción. Claro, básicamente eso es una de las premisas del género, ser una literatura de ideas y prospectiva, que suele utilizar la ciencia (o al menos la tecnología) para presentarnos lo que el autor piensa de los diversos temas que pueda o pretenda tocar. En este caso, y desde que conocemos a Liu por su "Trilogía de los tres cuerpos", nos queda bastante claro el pensamiento del autor acerca de la humanidad, la sociedad, y su lugar en el Universo. Porque, directamente, su teoría del Bosque Oscuro, que emana de la "paradoja de Fermi" dice que El Universo, al igual que la Tierra en épocas pretéritas, es un bosque oscuro donde cada civilización es un cazador silencioso, un cazador que se esfuerza por no ser detectado mientras se apresta a destruir a cualquier otro cazador que constituya una amenaza real o imaginaria.

Por eso, Liu es pesimista. La mayoría de sus obras nos muestran a una humanidad en la que el autor tiene poca confianza. Ese cazador silencioso no se da solamente entre posibles civilizaciones de otros lugares del Universo, si no que la propia especie humana puede ser, y de hecho lo es, un peligro para sí misma. A veces por no ponerse de acuerdo ante el peligro externo (ya sea en forma de catástrofes, ya sea en forma de invasiones), pero también por la propia historia de la humanidad que la lleva a luchas internas, así como a dar una mala imagen frente al resto de posibles civilizaciones galácticas.

Liu entiende la evolución humana como una constante lucha, como digo a veces entre la propia humanidad, otras frente a tremendas catástrofes, y otras más frente a visitantes, tanto extra como intraterrestres. Pero, a pesar de que suele destilar pesimismo, cada relato deja, sin embargo, un poso de optimismo. No en la sociedad tal como la conocemos, no, esa está prácticamente perdida para Cixin Liu; no, el optimismo de la obra radica en que finalmente, si sobrevivimos, tendremos que afrontar profundos cambios que, en el fondo, nos cambiarán como especie, dando lugar a algo profundamente diferente. Y eso, si sobrevivimos; pero aun así, Liu concede un pequeño espacio para una posible esperanza, dando base a la extinción como comienzo de algo nuevo. Un sacrificio como especie que da lugar a una nueva vida, a nuevas civilizaciones. Pero esto no sucede de manera espontánea, la humanidad no da ese paso de motu propio, aun habiendo conocido hacia donde se encamina; al contrario, son necesarios enormes sacrificios e incluso avisos por parte de esos otros seres que comentamos, para que de ese salto. Es decir, la evolución, el salto a algo nuevo, lo que llevará a la humanidad a ser algo intrínsecamente diferente (o incluso a sacrificarse para ser la base para algo nuevo) viene por obligación (hay un pequeño espacio para el sacrificio altruista… pero se da básicamente cuando no hay otra opción).

Por otro lado, lo que sí podemos afirmar es que Cixin Liu tiene una fértil imaginación (por supuesto, es una de las cosas que definen a la ciencia ficción, claro está), dado que utiliza diversos temas y recursos para mostrarnos ese punto de vista. Diferentes invasiones, diversas tramas y personajes para encarar la acción (un asesino a sueldo, un ingeniero geólogo, una familia de acogida de un "dios", un limpiacristales, incluso el propio autor y otro autor conocido enfrentados…) que, incluso cuando hay una concesión al humor, lo hace con ese poso seco, amargo, que nos indica que el halo de pesimismo sigue vigente en la obra. Además, en numerosas ocasiones ancla la obra de tal manera a la realidad, ya sea mediante los personajes (como he dicho, él mismo y otros autores, Stephen Hawkings…) o con un retrato tan cercano a la sociedad, las personas o la situación mundial, que no hace sino acercarnos más a la obra, hacerla, claro está, más real. Sin embargo, en alguna ocasión da la impresión que la faceta más de ciencia ficción se le escapa ligeramente de las manos, que tenemos casi aceptar las premisas para poder entrar en la obra. Igual esto a los no muy habituados a la ciencia ficción les pasa por alto, envolviéndoles el total de la obra, por así decirlo, pero, sin embargo, los veteranos en el tema sí podemos tener la impresión de que, en ciertos momentos, hay que dar algún que otro salto para meternos en la trama. Para ser sinceros, ya desde la "Trilogía de los tres cuerpos" tengo esa sensación, de que es más lo que nos quiere contar que el cómo nos lo cuenta. Pero por supuesto, es un autor multipremiado, incluso con los máximos galardones del género, con una película de gran presupuesto basada en una de sus obras, que ha encandilado a multitud de personalidades, etc., por lo que podemos decir que el método funciona, sin lugar a dudas. Como digo, solo tenemos que dar ese pequeño salto en alguno de sus relatos, y entrar en lo que el autor nos propone y gozaremos de una de las mejores obras de lo que podría denominar como las nuevas generaciones de la ciencia ficción.

J. Javier Arnau