La tentación del perdón

Opinión:

En mi estreno con la autora Donna Leon y su personaje estrella el comisario Brunetti sabía de antemano que me iba a perder muchas cosas al ser una serie muy avanzada, creo que ésta hace el número veintisiete, pero por lo poco que se habla, tanto de los personajes secundarios como de los principales, no ha sido obstáculo para no haber echado de menos lecturas anteriores.

En general ninguno de ellos me ha aportada gran cosa, lo que por otra parte es de agradecer porque así me he podido centrar en la trama: una investigación que arranca con la petición de la profesora Crosera, compañera de Paola en la Universidad, que está preocupada por el cambio de actitud de su hijo, sus nuevas compañías y el miedo a que esté consumiendo y traficando con algún tipo de droga.

Todo se complica cuando el marido de la profesora Crosera aparece con una contusión en la cabeza tras haberse caído por las escaleras de un puente. También, es el punto de partida para una investigación paralela en la que saldrán a la luz los grandes vicios de la ciudad de los canales que sólo son captados por el poder de observación del comisario Brunetti y su confidente particular.

La manera de trabajar de Brunetti me ha recordado a las primeras novelas policíacas donde los investigadores no llevaban pistola y su fuerza residía en la deducción y el buen ojo para apreciar cosas que otros no ven. Su actitud, carente de cualquier atisbo de acción, sorprende frente al estilo más popular de este género donde priman las persecuciones, alguna pelea y las pruebas que pasan por los laboratorios forense y científico.

Una trama a la que le ha faltado una chispa de emoción, algún personaje con el que identificarse, un poco de intriga e incluso una conversación inteligente. No obstante se disfruta del ritmo pausado del comisario y de las subtramas que nos llevan a temas muy actuales, desde las drogas hasta un fraude de recetas farmacéuticas y chantajes.

Una novela policíaca sencilla, entretenida y con sabor a los clásicos del género que se puede leer de forma independiente.

Porlomenix