La teniente Farah: El jardín de las mentiras

Opinión:

Con "La teniente Farah: El jardín de las mentiras", Antonio Iturbe, periodista cultural y director de la revista de libros Librújula, además de un excelente escritor con bastantes novelas publicadas, ha conseguido crear una atmósfera apocalíptica y futurista extraordinaria. Con un planeta Tierra tóxico y contaminado, donde los niveles de radiación producen deformaciones y enfermedades, los humanos con poder y recursos la han abandonado desesperados, quedándose los pobres y desarraigados que no tienen adónde ir. La humanidad, con sus defectos y sus virtudes, se expande ahora por todo el Sistema Solar, colonizando todos los planetas con los mejores avances científicos y tecnológicos para evitar la desaparición de la especie.

Los sucesos que van pasando en la trama ofrecen la ocasión para el análisis y debate de algunas reflexiones muy interesantes. Sobre la ecología, la tecnología, la inteligencia artificial, la forma de organizar las nuevas sociedades, que se caracterizan por una excesiva rigidez protocolaria y burocrática que las hacen poco prácticas y aburridas. Sugiere también lo que es ser humano; un robot está programado para que con los datos recopilados, siempre obtenga el mejor resultado, la solución más óptima; sin embargo, un humano, aun sabiendo qué es lo mejor, puede tener la "libertad" de tomar decisiones insensatas, disparatadas e incluso locas. Pensar que son los errores, a conciencia o no, una de las cosas que nos define como humanos, hace que miremos las imperfecciones con más benevolencia. Interesante es también que los robots, por muy perfectos que sean, no pueden registrar los matices emocionales, ¿serán capaces en un futuro de interpretar una mirada llorosa o una media sonrisa?

Me han encantado los guiños irónicos que hace el autor a lo "políticamente correcto", como por ejemplo, que a los androides les programan unos algoritmos capaces de detectar palabras como "chatarra" o "trasto" y si los llamas así te dicen que se sienten ofendidos y te pueden acusar de discriminación tecnológica. Ante esto… ojos como platos y una sonrisa.

Antonio Iturbe mezcla de forma magistral géneros literarios como la ciencia ficción, la novela negra, de detectives y aventuras. Farah, me ha recordado a una "Sherlock Holmes" del futuro, siendo la unión de Moira y Luka la representación de "Watson". Los tres son personajes peculiares y con personalidades muy atractivas, cada uno a su manera, representan algo con lo que identificarse. La novela está dividida en capítulos y cada uno cuenta alternativamente la historia de un personaje hasta que forman equipo y la narración es una. La investigación y resolución del crimen ha sido brillante y sorprendente, junto con unos diálogos agudos y cargados de ironía. Una historia completa.

Esta novela es el primer título de la saga "La teniente Farah", y a mí me ha conquistado, así que, aunque esté dirigida para un público juvenil, la recomiendo a todos los que les guste la ciencia ficción pero también la intriga y la aventura. Estoy impaciente ya de que aparezcan más títulos, y espero que no tarden.

M. Zeta