La señora March

Opinión:

Lo primero que debo decir sobre "La señora March" es que no es, como se está vendiendo, un thriller psicológico. El ritmo es demasiado lento (apenas pasa nada, de hecho, y hay mucha redundancia) como para que se pueda considerar como thriller, aunque sí es una novela muy psicológica que ahonda en la retorcida y tortuosa mente de una protagonista que, desde el primer momento, sabes que puede estallar en cualquier momento. La cuestión es cuándo y cómo, aunque esto último, una vez que se introduce un objeto en la trama, lo pude anticipar.

Que "La señora March" tiene problemas mentales graves queda bastante claro en seguida, incluso antes de que empiece a tener alucinaciones o a montarse en su mente auténticas películas con unos hilos de pensamiento impredecibles y muy extraños, como que su marido es el asesino de una joven del lugar donde va de caza. Poco a poco, además, van aflorando traumas y recuerdos que, unidos a ese comentario inicial, comienzan a hacer aumentar la tensión.

El desarrollo de la protagonista es, pues, muy digno de mención, aunque el resto de los personajes, que podrían haber dado algo más de juego (o, al menos, algo de variedad y de diferente a la trama), se limitan a jugar un papel de atrezzo dentro del drama de su cabeza.

Destaca también un claro componente de crítica social, ya que ella es el modelo de ama de casa de clase alta entregada a su marido, inútil para nada que no sea eso, con una vida muy ordenada y esclava de las apariencias. Todo a su alrededor es terriblemente superficial, y siempre está más preocupada por la imagen que proyecta y por juzgar a los demás que por cualquier otra cosa, incluyendo su relación con su propia familia.

En definitiva, es una novela psicológica, lenta, pero con un gran desarrollo de personaje.

Déborah F. Muñoz