La perversión fractal

Opinión:

Crear un universo tiene su encanto.... y su demonio interno. No es fácil meterse en un mundo nuevo, crearlo desde cero y surgir desde lo profundo con algo nunca visto. Dicen que todo está escrito ya. Aunque esta frase hecha tiene sus matices...

Magnus Dagon se encamina con pasos firmes a lograr este cometido: un universo terrorífico que nos sugiere la influencia de Lovecraft, dando unas fuertes pinceladas de su propia cosecha, entramando el miedo pasado y futuro.

En este libro se unen tres vertientes de este mundo: Sessenkrad, que parece que bebe de la mitología telúrica y de la cósmica. Demonios que cruzan portales, humanos que traspasan ese umbral y se pierden en caminos sonámbulos que pueden, incluso, conducirlos al mismo Infierno. Pero nada es lo que parece.

Este es el devenir de la novela corta y el relato que nos entrega el autor, pues parece que nos introducen en el ambiente que se desarrollará a posteriori. O eso es lo que da que pensar: esto es solo el comienzo de una aventura que nos llevará muy lejos en los siguientes libros. Esto promete y mucho...

En la novela corta "La perversión fractal", damos estos primeros pasos en el Templo de Debod, en Madrid, conducidos por un aterrorizado físico que viene de cuando en cuando a su tierra natal para diversos eventos. Y le suceden cosas muy inquietantes. Luego, en el relato "Dónde usted desee llegar", una pareja se pelea por algún motivo que no se logra dilucidar bien, pero lo interesante es cuando una frase dicha al vuelo, acaba convirtiéndose en una realidad. Al más puro estilo de "Twilight Zone" o "Dimensión desconocida" (en español), donde los finales rozaban lo extraño y bizarro de un mundo inexplorado.

Eso es lo que engancha, lees un texto que perfectamente se puede convertir en un guión con personajes muy sólidos y creíbles, con escenarios bien diseñados -como buen conocedor del espacio que habitan sus personajes- y. sobre todo, el ambiente denso que se imbrica a las emociones que provoca.

Finalmente, un glosario de deidades de este universo paralelo al nuestro: Sessenkrad, donde se introduce ese miedo cósmico que reina en estas páginas. La tecnología al servicio del conocimiento, es una web que aparentemente bebe de aguas más profundas y turbias, de esas que se pierden en el tiempo. Aunque la presentación en sí parece que no da juego -es como si hubieran impreso sus páginas sin más-, pero luego, dándole una vuelta de tuerca, hace precisamente lo contrario: dejar las descripciones con el conocido "ver más..." para crear esa expectación (hoy lo llamarían "hype") que antecede al descubrimiento del Sessenkrad.

Nos queda mucho por desentrañar, pues no lo cuenta todo y muchas veces es confuso a lo largo de sus páginas, pero es como si no deseara desenvolver el regalo por nosotros, dejándonos con la miel en los labios... hasta la siguiente historia.

Magnus crea un universo nuevo y antiguo a la vez, aunque parece que se nutre e inspira de grandes como Lovecraft, pero que tiene sello propio con deidades de estos tiempos modernos que respiran tecnología, arrobas e internet, sin dejar de erizar tus cabellos con ese miedo oscuro y desconocido que parece surgir del origen mismo cosmos.

Nos quedamos a la espera de más noticias sobre Sessenkrad.

Carol Inabé Barba