La penúltima bondad

Opinión:

Ya es hora de que sepamos que nadie nos expulsó del paraíso: siempre hemos estado fuera. Esta es la primera idea que defiende Josep Maria Esquirol en "La penúltima bondad. Ensayo sobre la vida humana", su nuevo libro de ensayo que completa la filosofía de la proximidad iniciada con "La resistencia íntima". Con esta idea inicial, Esquirol declara la anarquía topológica que será el núcleo neurálgico de todo el libro: no existe un estado de naturaleza como planteaba Rousseau, ni tampoco una Edad de Oro. Lo que sí existe es un espacio comunitario, perteneciente a todos nosotros, que él denomina 'las afueras' y que permite, por fin, que el hombre se piense no desde la categoría de centro o plenitud, sino desde la periferia.

Para Josep Maria Esquirol, debemos desaprender el concepto de felicidad que habíamos adquirido de la tradición, porque este concepto erróneo, habitualmente relacionado con la plenitud, solo puede traer frustración. La verdadera condición humana se piensa desde la imperfección de la propia humanidad, y esta condición es la que analiza y defiende el filósofo en este libro. Con ello, diseña una nueva ruta para ejercitar la felicidad -redefinida en sus términos- que pasa por una revolución: la de la generosidad y la fraternidad. Para Esquirol, la felicidad es algo tan sencillo como el sentirse viviendo, el sentir que se siente, el ser consciente de uno mismo -a esto, él lo llama 'el repliegue del sentir'-.Para defender esta tesis, Esquirol desarticula las tres afecciones de la filosofía kantiana -alma, mundo y Dios- y les da un nuevo sentido, mucho más aristotélico. La felicidad pasa por la reflexión y por la conciencia de uno mismo, pero su último sujeto es el otro, es la alteridad. Una preciosa reflexión que esconde este ensayo, en torno a esa 'penúltima bondad' que no es otra que la generosidad, es la de que debemos dar siempre lo que no tenemos. Y lo que no tenemos son cosas tan sencillas como el tiempo, la atención o los abrazos. Esquirol hace, en última instancia, una bella apología de la generosidad, del dar de forma desinteresada, y de la revalorización del mundo inmaterial.

"La penúltima bondad" es un ensayo magistralmente diseñado donde todas las ideas se van encadenando una tras otra como piezas de un puzle. Con un estilo sencillo y directo, Esquirol, que ya tiene fama como amante de lo coloquial y lo cotidiana, logra acercar la filosofía al lector común. Pero no se trata de una filosofía inalcanzable, intelectualista o elitista, no; la filosofía de Josep Maria Esquirol actúa como una guía vital para sus lectores, es como un gran consejo que nadie pide pero que todos necesitamos. Un consejo, en realidad, tan sencillo como ejercer con frecuencia el amparo y la generosidad. Y en todo momento lo hace amparándose en citas y referencias a filósofos precedentes, como Spinoza, Nietzsche o Sartre.

Con "La penúltima bondad. Ensayo sobre la vida humana", Josep Maria Esquirol demuestra que la autoayuda es innecesaria. Es la filosofía, la verdadera filosofía, la que puede ayudarnos a mejorar en nuestro vivir. Y para ello, no hay nada más sencillo que recurrir a la ética, a toda una tradición que nació hace siglos y que, apartada de los hombres por el elitismo filosófico, ahora vuelve a ellos en las brillantes palabras que forman este ensayo. Un texto lúcido, sereno y transparente, que nos sitúa a todos en las afueras de nuestra propia felicidad. Y las afueras, valga decirlo, son maravillosas.

Darío Luque