Anika entre libros

La parcela

Ficha realizada por: Darío Luque
La parcela

Título: La parcela
Título Original: (La parcela, 2021)
Autor: Alejandro Simón Partal
Editorial: Caballo de Troya
Colección: Caballo de Troya


Copyright:

© 2021, Alejandro Simón Partal
© 2021, Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U.

Edición: 1ª Edición: Septiembre 2021
ISBN: 9788417417369
Tapa: Blanda, Bolsillo
Etiquetas: familia romance contemporánea crítica social narrativa literatura española novela corta reflexiones viajes profesores homosexualidad refugiados emociones inmigrantes ilegales sentido de la vida novela social autoficción
Nº de páginas: 190

Argumento:

"La parcela" es el nombre con el que el protagonista, profesor de literatura recién llegado a Boulogne sur Mer, bautiza el inmenso campamento de migrantes que se extiende en el puerto de Calais. Esa parcela, a la que otros se refieren maliciosamente como 'la jungla', es ahora el hogar de Nizar, un inmigrante sirio que espera cruzar a Inglaterra en busca de dignidad. En breves capítulos, el narrador y protagonista de esta historia va imbricando sus lances emocionales y su memoria familiar con las distintas tramas que la vida le depara en su aventura francesa: la realidad social y su afloramiento en las clases de literatura, los desencuentros entre sus compañeros de departamento, la enfermedad y sus calas en el orden familiar, y la práctica de una sexualidad desobediente.

Alejandro Simón Partal ha escrito una magnífica autoficción en torno a la vida y las relaciones humanas.

 

Opinión:

 

Para quienes llevamos años siguiendo la trayectoria poética de Alejandro Simón Partal, la noticia de la publicación de su primera novela nos causó una expectación insólita. Su calidad venía ya avalada por galardones tan importantes como el XXXVIII Premio de Poesía Arcipreste de Hita o el LI Premio Internacional de Poesía Hermanos Argensola, pero, en esta ocasión, se le sumaban también el renombre de la editorial y el prestigio de su 'editor invitado', el cineasta Jonás Trueba. De igual manera, las expectativas que despierta "La parcela" en tanto que autoficción vienen reforzadas por su origen autobiográfico, pues el propio autor viajó a Callais para dar clases de literatura española, como su protagonista, y esa experiencia le llevó a ser testigo de la difícil crisis humanitaria que ha testimoniado la región francesa en los últimos años.

Ahora bien: pese a su ambientación en Calais y a su descripción de 'la jungla', como allí llaman al campo de refugiados, es difícil, e incluso falaz, catalogar "La parcela" como una novela social. La crisis humanitaria es parte de su trasfondo, pero no es su tema: la novela no gira en torno a un conflicto social ni ético, sino que más bien orbita alrededor de un protagonista que busca el sentido de la vida. En consonancia con ello, creo que no se pueden pasar por alto las primeras páginas de la novela, el primer capítulo entero, que constituyen una sublime muestra de retórica, elegancia y estilo. Al leerlas, uno se da cuenta rápidamente de que sólo un poeta (y uno de los buenos) puede haber escrito unas páginas tan delicadas y sentidas.

Es una pena que la novela no mantenga ese tono o, al menos, uno similar. El autor ha optado, en cambio, por vaciar el lirismo del resto de capítulos y por adaptarlos al esquema prototípico de la autoficción en España: la anodina narración de un profesor/escritor al que no le ocurre nada memorable, más allá de sus propias reflexiones y vivencias emocionales. Dejando de lado las recurrentes reflexiones del protagonista en torno a su historia familiar y a su propia identidad, sólo tres ligeras tramas sustentan la novela: su romance con Nizar, un inmigrante serio que permite al autor recrear en más profundidad ese campo de refugiados que él denomina 'la parcela'; la enfermedad de su padre, relegada apenas a cuatro anécdotas; y su relación con dos compañeras de departamento, Concha y Sylvia. Cualquier lector astuto podrá comprobar cómo las tres primeras páginas y el resto de la novela parecen pertenecen a obras diferentes. Pero, insisto, el lastre no es la autoficción, sino el empeño por hacer ficción a partir de una realidad poco susceptible de ser 'literarizada'.

No obstante, nada de esto hace de "La parcela" una mala novela. Como he insistido ya varias veces, hay unas pocas páginas que, por su brillantez, compensan el resto de la obra. De igual manera, el estilo de Alejandro Simón Partal es en la novela tan nítido y elegante como lo es en su obra poética. Por ello, no considero que "La parcela" sea una mala novela, sino una mala autoficción. Creo que el autor se ha apegado demasiado a las técnicas y a los artificios que abundan en el género, y cuyo resultado son algunos de los capítulos, más cercanos al género del dietario que a la cohesión de una novela, y también esos personajes femeninos de acciones tan inoportunas como innecesarias.

Así pues, si leen ustedes "La parcela" como un ejercicio de estilo y de crecimiento, y no como una novela social o como una autoficción, encontrarán una buena novela: entretenida, correcta y profunda.

 

Darío Luque

 

 

 

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