La página escrita

Opinión:

Para empezar, considero un detalle que un autor -más aún conociendo lo prolífico de Jordi Sierra- dedique su tiempo a revisar y apartar datos que hayan podido quedarse obsoletos o añadir otros que den sentido a la contextualización. Quizá sea éste uno de los grandes secretos de algunos autores, que no pierden tiempo comparándose o regando su ego, y sin embargo se centran en sus lectores, además de hacerlo en su escritura. Su fundación, su cercanía y disposición es una muestra constante de ello.

Comenzar a leer un manual de escritura y quedarnos atrapados por él no debe extrañarnos, y es que el autor sabe hacerlo en cualquiera de sus facetas y estilos (no hablaré de géneros y trataré de no etiquetar, que a pesar de que me disgusta -en eso coincido con el autor- no me resulta nada fácil cuando he de mostrar mi opinión ante un público determinado que sin embargo las exige).  Hechas las aclaraciones, solo me queda constatar que todo el material condensado en este volumen servirá para atraer hacia el mundo de la página escrita a muchos que hasta ahora solo era lectores, o para incluir como libro de consulta a quienes aún no lo  habían descubierto.

Un subtítulo interminable resume el contenido de este volumen, que nos muestra una selección de géneros que abarca desde la ciencia-ficción hasta la biografía o la novela negra, haciendo gala de los mejores ejemplos que nos puede mostrar, como lo son párrafos extraidos de sus propias novelas.

Pero la parte más extensa del libro se focaliza en el cómo, eso es, nos cuenta cómo comenzar a escribir, se trate del género que sea, de un modo ameno y sugerente, que como aquellos libros de viajes que nos urgen a hacer una mochila en cuanto los terminamos de leer, con este sucede que deseamos comenzar a escribir o hacerlo en el punto en donde lo habíamos dejado.

Llegados a este punto es un libro que sin duda recomendaré, salvo por el detalle del tamaño minúsculo de la letra, no apto para los seguidores habituales que vamos creciendo, ganando en años y en presbicia.

Construcción de personajes, el diálogo, la narración. Claro, directo, va sin rodeos y se salta ideas románticas o petulantes que existen en torno al mundo de la escritura. Trabaja, trabaja, trabaja, nos dice, y deja caer una frase que ningún futuro escritor debería dejar pasar de largo: quiérete a ti mismo.

Amén.

Saray Schaetzler