la noche de la iguana y otros relatos

Opinión:

Esta recopilación de relatos breves me llegó mucho. Me gustó tanto por la belleza de su estilo narrativo como por el planteamiento y eficaz desarrollo de sus historias. La prosa de Williams se me antoja tratada con sumo esmero, con un cuidado exquisito, con evidente delicadeza, sustentada en una estructura sólida que da como resultado unos relatos perfectos estilísticamente hablando, muy agradables de leer y que además saben trasmitir emociones de muy diverso calado.

De todos los cuentos de la antología, mi preferido es sin duda "Lo importante", porque me da la impresión que significa un punto de inflexión en la obra del autor, pero también porque me hizo llorar de pura emoción estética. Se trata de una historia de amor muy especial que habla de sentimientos reprimidos que cuando finalmente salen a la luz se manifiestan de forma torpe y violenta. Pienso que a partir de ese relato, sus textos van haciéndose más explícitos sexualmente (los relatos están ordenados cronológicamente), mucho más apasionados, dramáticos o exagerados. Este proceso de liberación (personal, sentimental, emocional y / o sexual) se realiza de un modo gradual hasta culminar en los dos últimos relatos (Inventario en Fontana Bella y El chapero asesino y el carroza disimulón), que son textos absolutamente libres, donde el autor se muestra sin pelos en la lengua, con elementos muy divertidos incluso.

En los primeros relatos las historias están expresadas con una poesía tímida, contenida, algo sobria, pero tremendamente hermosa… con ciertas influencias chejovianas ("Algo de Tolstoi"). Después de "Lo importante" parece que se inicia un periodo intermedio en que el autor aumenta la intensidad de los elementos dramáticos pero también introduce aspectos simbólicos (la iguana que da título al relato "La noche de…", por ejemplo, que es un reflejo de la sexualidad reprimida de la protagonista o los objetos de cristal de Retrato de una chica en cristal que a su vez son un reflejo de la fragilidad física y emocional de la hermana del protagonista; o El poeta que se sustenta por completo en lo simbólico). Lo explícito (sexual y emocionalmente hablando) va ganando cada vez más terreno y los sentimientos se manifiestan desgarrados, apasionados... pero también bastante atormentados, exageradamente dramáticos. Es un Tennessee Williams alcoholizado, víctima de pesadillas terribles. Sus cuentos son un reflejo de sus propios fantasmas (Rubio y Morena, el más evidente).

Finalmente, su concepción de la poética se hace, poco a poco, mucho más cotidiana, que no más vulgar, y mucho más fresca y eficaz, como si lo único que mereciera la pena para el autor fuera disfrutar del sexo con naturalidad, sin tapujos, aceptando su propia sexualidad y admitiéndola sin problemas de conciencia o de culpabilidad: desdramatizando (Inventario en Fontana Bella y El chapero asesino y el carroza disimulón).

Todas las historias me conmovieron o divirtieron muchísimo tanto por la enorme belleza y fuerza de su narrativa / poética como por el modo tan eficaz de desarrollar las tramas. Ninguno de los relatos me aburrió y todos poseen para mí algún elemento inolvidable, impactante, que me tocó directamente al corazón.

Un libro maravilloso que me invita a acercarme en mis próximas lecturas a la obra dramática de este autor (Un tranvía llamado deseo, El zoo de cristal…) que conozco tan sólo por las diferentes adaptaciones cinematográficas hollywoodienses que he visto pero que aún no he tenido oportunidad de leer o dedicarle el tiempo que se merecen.

Poco a poco…