La niña que quería ser tortuga

Opinión:

Pedro Riera es el autor de "La niña que quería ser tortuga". Licenciado en periodismo, trabajó en cine, televisión y publicidad. Más tarde se dedicó a la escritura dirigida a un público infantil y juvenil, ganando varios premios y galardones. También es guionista de cómic y ha publicado dos novelas gráficas sobre la vida de las mujeres en Yemen. Con "La niña que quería ser tortuga" no abandona del todo la temática, situando a Amina, una de las protagonistas, también en Yemen.

"La niña que quería ser tortuga" es una novela dirigida a jóvenes de a partir de unos trece años, aunque cualquier adulto podría leerla y disfrutarla por igual, ya que trata un tema que por desgracia es muy actual, como es la guerra.

Fabio es un chico de familia acomodada, un niño pijo de manual. Su vida es fácil y las chicas se lo rifan. Esto es lo que ve Silvia, una chica de su misma clase que no es tan popular como él, ya que ella es todo lo contrario, y sobre todo, es una chica gordita que, aunque quiera negarlo, está loquita por él. Y Fabio ve en Silvia a una chica orgullosa y poco amigable. Hará falta que se conozcan un poquito mejor para que la opinión de ambos cambie por completo, y es lo que sucede cuando se emparejan obligados por la profesora para hacer un trabajo de clase.

Por otra parte, conoceremos a Amina, una chica que vive en Yemen, donde estalla la guerra y se ve envuelta en los bombardeos. Amina es una buena amiga de Fabio por una historia familiar desde hace muchos años.

Pedro Riera ha creado dos tramas, la primera la ha basado en una historia entre adolescentes en el mundo occidental, con la que muchos de los jóvenes lectores pueden sentirse identificados. En esta parte, el autor nos sitúa en un instituto y entramos en la vida de los adolescentes, en su vida diaria, sus problemas y las cosas que les preocupan. Aunque Silvia es una chica gordita, el autor ha acertado en el planteamiento, haciendo ver al lector que Silvia no tiene ningún problema, que el problema lo tiene el que opina sobre la gordura de Silvia.

La segunda trama es la que podría decirse que es más madura, algo que los lectores de este mundo occidental no están acostumbrados a vivir como es una guerra. El autor nos presenta a Amina, una niña que no lo ha tenido una vida tan fácil como las de Fabio y Silvia. Estos se van a involucrar en ayudar a Amina en la distancia en una misión que la chica se propone emprender, algo tan peligroso como altruista, como para poner en riesgo su propia vida en medio de los bombardeos de una guerra. En la figura de la niña yemení los lectores van a conocer de primera mano cómo es la vida de una chica de su edad en un país tan distinto al nuestro y cómo afrontan una guerra con todo lo que ello conlleva, sumando el agravante de ser mujer.

Fabio y Silvia harán aquello que está en su mano, luchar contra la fabricación de armamento de la forma en que unos adolescentes pueden luchar en la distancia.

"La niña que quería ser tortuga" es una crítica social en muchos aspectos, uno de ellos es la fabricación de bombas y armamento para ser vendidos a países en conflictos bélicos, sin importar si esas mismas armas quitan la vida a personas indefensas e inocentes.

También es un alegato a la amistad, eso lo demuestran Fabio y Silvia, sin importarles qué pensarán los demás de ellos y anteponiendo sus ideas a su propia familia. Además, "La niña que quería ser tortuga" da una lección de superación y un alegato en contra de los prejuicios.

En resumen, "La niña que quería ser tortuga" es una historia de amistad y una reivindicación en contra de las armas en una sociedad donde lo más fácil es mirar hacia otro lado de las injusticias. Una historia que sería bueno que los adolescentes leyeran. Muy recomendable.

María Criado.