La locura del arte. Prefacios y ensayos

Opinión:

"La locura del arte" es, en sí mismo, una lección de literatura. La selección de prólogos y ensayos nos ofrecen una visión aclaratoria del oficio de escribir.

Los prólogos nos ofrecen la visión del propio Henry James sobre su obra desde la perspectiva de su edad avanzada. Ejerce la autocrítica pero, por encima de todo, tienen un carácter autobiográfico porque el autor norteamericano, nacionalizado inglés poco antes de su fallecimiento, rememora el proceso de gestación de sus obras: los lugares en las que las escribió, las ideas que fueron el germen de sus relatos, sus sentimientos, los problemas planteados en la construcción del relato y su forma de abordarlos. Casi podría decirse que componen su corpus doctrinal, el manifiesto artístico director de su propia obra.

Los ensayos, como no podría ser de otro modo, son de carácter literario. En ellos nos ofrece su visión, su concepción del arte de escribir. Le preocupa especialmente la novela. Nos muestra una visión panorámica, una perspectiva histórica de un género que, en su época, luchaba por alcanzar el reconocimiento de su valor literario, su consideración como obra artística..

Entiende que el objetivo de la novela es representar la vida real, pero no defiende un realismo basado en la realidad cotidiana sino que considera que ese realismo debe ser extraído de la vivencia interior de esa realidad, de una impresión personal y directa de la vida.

Son numerosas las analogías que emplea entre novela y pintura. Defiende que, al igual que el pintor, el novelista debe ser libre de experimentar con su estilo para retratar temas que considera que pueden interesar a los lectores, insistiendo en la necesidad de las representaciones realistas de los caracteres y de la vida.

Henry James fue un crítico agudo y perspicaz. En "La ciencia de la crítica" analiza la necesidad de una crítica inteligente y de calidad. Sostiene que cualquier lector que disfrute de un texto debe ser capaz de explicar los motivos que le han hecho deleitarse con él. Con mayor motivo un crítico profesional está obligado a razonar sus argumentos para alabar o denostar una obra de forma aguda y capaz. También aprovecha para arremeter contra las reseñas y críticas mediocres que abundan en los periódicos como mero producto de consumo.

Los últimos ensayos recogidos en el volumen nos ofrecen lúcidas reflexiones sobre la obra de diversos autores: Balzac, George Eliot o Flaubert.

El prólogo de Andreu Jaume, encargado de la edición, resulta esclarecedor incluso necesario para comprender los prólogos y ensayos reunidos en el volumen porque el estilo literario de Henry James se muestra, a veces, confuso con su prosa retórica, redundante, complicada y  laberíntica.

"La locura del arte" es un libro ilustrativo sobre el arte de escribir y, como decía al comienzo, una clase magistral de literatura. 

Jaci Alía Arreche