La librería

Opinión:

Una novela que narra la utopía involuntaria, casual, en la que se embarca la señora Green, viuda de mediana edad que decide abrir una librería simplemente porque es uno de los muchos negocios que echa a faltar en su pueblo, una aldea marítima, situada en un entorno hostil, baqueteada por la fuerza de una naturaleza endiablada y gobernada en la sombra por la férrea mano de algunas personalidades locales, como la señora Gannart, quien desde el principio se muestra reacia a la aventura emprendida por Florence.

Sin embargo, esa odisea modesta en la que se embarca esta mujer, carente hasta de la dosis de seguridad necesaria para elegir el vestido adecuado que debe lucir en una cena, va convirtiéndose poco a poco en la razón principal de su vida. Florence Green aprende los misterios del éxito inesperado de un libro, se atreve a vender, en su alejado pueblo natal, tan remilgado y puritano, el polémico best seller de Nabokov, "Lolita", así como a compartir su batalla diaria por la supervivencia del negocio con una mocosa en edad escolar, un espectro gruñón y un caballero antisocial que, mientras dura, parece aprobar en la distancia su loco proyecto.

Me ha conmovido de verdad este libro, sencillo, pero no simple, en el que se nos brindan con sutileza, pero contundentemente, claves extrapolables a cualquier sociedad. La cultura, simbolizada por esos libros que llegan a duras penas a un pueblo costero de Suffolk, es un bien condenado a la humedad de una vieja cabaña de pescadores y, lo que es todavía peor, a la estrechez de miras de unos cuantos poderosos que la convierte en flor de un día, de un año, condenada a no arraigar en ese lugar donde las apariencias y un estricto control social por parte de los más acomodados se encargan de hacer trizas la fantasía de Florence Green.

Una novela que trae a la memoria obras como "84, Charing Cross Road", de Helen Hanff, o "Matilda", de Roald Dahl, hitos anteriores en el tratamiento del libro como protagonista literario, como amigo y consuelo de los personajes principales. Como, en definitiva, ideal digno que merece la lucha íntima y valiente llevada a cabo, hasta las últimas consecuencias, por la pobre y entrañable señora Green.

Patricia Esteban Erlés