La ley de la violencia y la ley del amor

Opinión:

"No soy anarquista, soy cristiano" escribió Tolstói en su diario en 1906. Era un mensaje que podría haber pasado desapercibido en la boca de cualquiera, pero no en la de Lev Tolstói, uno de los grandes escritores decimonónicos de Rusia, autor de obras tan universales como "Anna Karénina" o "Guerra y paz". En sus últimos años, sin embargo, el autor abandonó la novelística para desarrollar un conjunto homogéneo de ensayos que reflexionan sobre los valores morales y cívicos del cristianismo. Quizás les suenen, por ejemplo, "El reino de Dios está en vosotros" o "Confesión". Todo ello encuentra sus orígenes en los hechos que vivió Tolstói durante la Guerra de Crimea, cuando se vio obligado a asistir al sitio de Sebastopol, donde contempló la terrible muerte de centenares de personas.

Como consecuencia, Lev Tolstói reflexionó durante años sobre la vida humana, su condición esencial y la violencia que ejercen unos seres con otros de manera gratuita. El resultado sería extenso y está actualmente esparcido entre distintos libros, como los citados anteriormente. No obstante, hacia sus últimos años de vida reunió todo ese pensamiento en un pequeño ensayo -ni eso; podría considerarse un opúsculo- cuyo título ya refleja el contenido: "La ley de la violencia y la ley del amor".

Según Tolstói, la situación calamitosa en la que se encuentran los pueblos cristianos deriva de la no comprensión del verdadero sentido de la vida, de la fe y de la guía de la conducta, que son los ejes vertebradores de la doctrina cristiana. Esta doctrina, de hecho, ha sido ensuciada y tergiversada por la insinceridad de sus sacerdotes y por la artificialidad de los rituales, de manera que los fieles ya no cumplen los rituales por creencia o por interés religioso, sino por costumbre o por decoro. Con esta tergiversación de la doctrina, según Tolstói, aparece un auge de la violencia, que se refleja en los comportamientos nacionales de unos países que someten a otros países -interesante reflexión que desembocaría en la Primera Guerra Mundial pocos años después-.

Ante esta situación caótica todo el ser humano se rige exclusivamente por la ley de la violencia, Lev Tolstói propone la relectura de las sagradas escrituras para recordar el mensaje de Jesucristo: amar al prójimo, poner por delante a los demás, valorar la solidaridad y el altruismo, renegar de la violencia. En este sentido, Tolstói considera necesaria una ley del amor que una a todos los pueblos y a todos los individuos, y propone esta ley del amor como índice necesario para el pacifismo (de hecho, plantea la incompatibilidad del cristianismo con el ejército).

En "La ley de la violencia y la ley del amor", Lev Tolstói plantea una hermosa utopía de raíz moral y religiosa que, desgraciadamente, a día de hoy sigue siendo imposible. Sin embargo, sí es necesario destacar que este texto ejerció una influencia clave en los grandes movimientos pacifistas del siglo XX, concretamente en las figuras de Mahatma Gandhi y de Martin Luther King, que tomaron a Tolstói como una de sus referencias esenciales.

Darío Luque