La historia triste de un hombre justo

Opinión:

"La historia triste de un hombre justo" me ha parecido un libro maravilloso en todos los aspectos. De entrada, la ambientación en el Siglo de Oro español, con toques steampunk y una magia basada en la música me parecían elementos más que suficientes para darle una oportunidad, pero a ese buen planteamiento de base se le suma además una ejecución soberbia.

Ángel González Olmedo ha pensado hasta en el más mínimo detalle del mundo que ha creado, que tiene una gran complejidad tanto a nivel político (una inmensa Ciudad-Estado con distintos líderes políticos y grandes tensiones, en la que la Iglesia tiene un inmenso poder y tiene su propia Inquisición) como a nivel mágico (el funcionamiento de las escalas y sus limitaciones está perfectamente explicado no solo a lo largo de la novela, sino también en el anexo).

Incluso le ha dado un toque al libro con el lenguaje y el estilo literario, que recuerda a las novelas y relatos del Siglo de Oro y usa la jerga de germanía cuando hablan las clases bajas (tenemos también un glosario al final para que sepamos qué quieren decir las diferentes expresiones).

La trama también tiene su encanto, y está repleta de misterio y conspiraciones, acción y momentos de peligro. El protagonista es un bardo con una moral muy sólida, pero enfrentada al oscurantismo, la decadencia y la ignorancia predominantes, lo que le hace ser perseguido por la Iglesia. Se rodea también de personajes muy interesantes que le dan vidilla a la historia, y además tiene sus propios objetivos más allá de recuperar su condición de hidalgo. A medida que avanzan las páginas, nos vamos enterando de cosas de su pasado, por el que es inevitable sentir curiosidad.

El final es cerrado para la trama de los asesinatos misteriosos, pero varios hilos abiertos de cara a una continuación que se anticipa en el propio libro. Una continuación que estoy ansiosa por leer.

Déborah F. Muñoz