La historia de un caballo

Opinión:

Néster, un viejo pastor de caballos, abre cada mañana la valla del establo mientras habla desde la distancia con Vaska, el pastor de las yeguas, para que haga lo mismo. De esta manera, caballos y yeguas de los mejores linajes salen a caminar y pacer sobre la hierba. Los más pequeños permanecen junto a sus madres; otros, algo más crecidos, juegan a remover el agua de los que beben o persiguen e incordian a los mayores. De todos ellos, solo uno permanece solo y aislado del resto: Jolstomer, el caballo narrador de esta historia. Él mismo explica cómo ha sido repudiado por viejo, por flaco y por soso, pero comenta que estos son solo complementos al mayor motivo de su discriminación: la incierta calidad de su linaje. Todo cambia cuando una yegua veterana se acerca a él y descubre en sus facciones al hijo de Muzhik I y de Baba, descendiente, por tanto, de uno de los caballos más valorados de todos los tiempos.

"La historia de un caballo" es una novela corta y sencilla narrada mediante la voz de un caballo. Jolstomer, el caballo en cuestión, explica al resto del establo la historia de su vida desde su esperado nacimiento hasta acabar olvidado en una cuadra, pasando por sus relaciones con distintos humanos a los que no llegó a entender. Las pasiones y los males del alma humana aparecen, como en todas las obras de Lev Tólstoi, como el centro de la novela. No obstante, en este caso surgen por partida doble: en los humanos que entran en contacto con Jolstomer, pero también en los caballos, que adquieren en estas páginas una dimensión emocional propia de los seres racionales. El respeto, el rechazo a la diferencia, la fidelidad, el valor de la vejez y la envidia son algunos de los temas que aparecen en "La historia de un caballo".

Más allá de la dimensión moral de la novela, lo que la convierte en una obra maestra es su dimensión poética. Pocas descripciones se han escrito en toda la literatura con la minuciosidad, la elegancia y la precisión de las que Tólstoi utiliza en "La historia de un caballo" para describir a Jolstomer. La pluma de Tólstoi convierte en verso lo que parecía prosa; no cabe otra explicación. Es tanta la exactitud de la descripción que cualquier dibujante podría retratar a Jolstomer tras leer el texto, y todos los resultados serían muy parecidos entre ellos. Cada palabra en "La historia de un caballo" transmite sensibilidad y pasión, y esto no es fácil en una obra de ochenta escasas páginas. Se nota cuando una obra está escrita desde el corazón.

Darío Luque