La edad de los vikingos
Título: La edad de los vikingos
Título Original: (The Age the vikings, 2014)
Autor: Anders Winroth
Editorial:
Villa de Indianos
Colección: Ensayo
Copyright:
© de la traducción, Julia Corredor Román, 2024
© de la obra, Anders Winroth, 2014
© de la edición, Villa de Indianos (Vagón de Tercera SLU)
© de la imagen de la cubierta, Museum of the Viking Age/
Ilustraciones: Color
Edición: 1ª Edición: Noviembre 2024
ISBN: 9788412780871
Tapa: Blanda
Etiquetas: arqueología violencia religión edad media ensayo Historia libros ilustrados literatura noruega vikingos Europa comercio mapas Escandinavia Bizancio saqueos rutas comerciales Bagdad fotografías reinos
Nº de páginas: 400
Argumento:
La imagen asociada a los vikingos los presenta como salvajes que saqueaban ciudades europeas y secuestraban a sus habitantes. Pero esta imagen no tiene en cuenta el periodo violento que se vivía en Europa, donde otras cortes, como la carolingia, eran igualmente despiadadas. Ni tampoco que entre el 800 y el 1100 abrieron rutas comerciales entre Escandinavia y regiones tan aisladas como Bizancio o Bagdad. Anders Winroth analiza diversas fuentes (epigráficas, textuales, arqueológicas, lingüísticas) para contar la vida cotidiana de los habitantes de estas regiones del norte y su relación con la magia y la religión, hasta que su cultura se difuminó con la llegada del cristianismo y surgen los reinos de Noruega, Suecia y Dinamarca.
Opinión:
Nada más abrir el libro el lector encontrará un mapa en blanco y negro de Europa en la era vikinga. Cartografía de Bill Nelson. Cerrando el libro hallará un segundo mapa del norte de Europa en la era vikinga, también por Bill Nelson.
En "La edad de los vikingos" su autor, Anders Winroth, se propone reevaluar a uno de los pueblos más legendarios de la historia y, al hacerlo, ofrece una perspectiva rica en matices que, con frecuencia, pone en tela de juicio la sabiduría convencional. Si bien la imaginación popular aún evoca imágenes de saqueadores con cascos de cuerno que asaltaban monasterios costeros y desaparecían con la misma rapidez, Winroth nos recuerda que los vikingos no se definieron únicamente por sus actos de terror. En cambio, ofrece una visión mesurada, que revela su profunda adaptabilidad como comerciantes, colonizadores e innovadores culturales cuyo alcance se extendió hasta Europa y más allá.
Basándose en un impresionante conjunto de fuentes arqueológicas, textuales y visuales, Winroth evita romantizar a los vikingos o condenarlos con demasiada claridad. Los sitúa en su contexto adecuado, comparando su violencia y sus maniobras políticas con las de las políticas cristianas contemporáneas, y argumenta de manera convincente que la supuesta singularidad de la brutalidad vikinga se debe en gran medida a los prejuicios de sus cronistas, la mayoría de los cuales eran clérigos cristianos que pintaban a sus adversarios paganos con los tonos más oscuros. Esta cuidadosa desmitificación ofrece a los lectores una idea de los vikingos no como agentes singulares del caos, sino como productos de un mundo en constante cambio, donde el poder político, el prestigio y la riqueza se basaban en complejos sistemas de intercambio y reciprocidad.
Una de las grandes virtudes del libro reside en su enfoque temático. En lugar de ofrecer otro relato año por año, divide su material por temas (violencia, migración, comercio, religión y arte), lo que le permite explorar en profundidad cada dimensión de la vida vikinga. A veces, esto puede parecer más una serie de ensayos discursivos que una narración histórica directa, y los recién llegados al período pueden encontrar la estructura menos accesible de inmediato que una cronología más convencional. Sin embargo, este enfoque demuestra su valor: ilumina facetas olvidadas de la sociedad vikinga, desde el cambio gradual de jefes a reyes hasta las formas en que los reinos nacientes de Escandinavia se integraron con la economía europea más amplia. Donde la historia realmente cobra vida es en los detalles o los intrincados ajuares funerarios recuperados en el lugar de enterramiento de Oseberg), que ofrecen vislumbres tangibles de la vida cotidiana y la creencia espiritual.
El autor dedica especial atención a los extraordinarios logros marítimos de los vikingos. Su análisis de sus barcos es especialmente revelador, ya que vincula la innovación náutica con las redes económicas de la época e incluso con los ritos mortuorios. Mientras tanto, su exploración de la economía vikinga subraya la delicada interacción entre el comercio y el conflicto. Las aventuras vikingas tenían tanto que ver con el lucro como con el saqueo, y Winroth muestra cómo sus actividades, desde la recolección de marfil de morsa hasta la captura y el comercio de esclavos, estimularon intercambios comerciales de largo alcance que ayudaron a unir el mundo europeo medieval.
El análisis profundo que hace el libro de los roles de género, las estructuras sociales y la cristianización gradual de Escandinavia añade otra capa de complejidad. Este ensayista destaca lo fragmentaria que sigue siendo nuestra comprensión de la religión vikinga y reconoce que gran parte de lo que creemos saber ha sido reconstruido (si no inventado directamente) por escritores medievales posteriores. Estos recordatorios aleccionadores alientan a los lectores a cuestionar las categorías claras y los tropos familiares que durante mucho tiempo se han adherido a la historia vikinga. Cuando llegamos a la conclusión del libro, los vikingos han sido hábilmente recontextualizados. Su era llegó a su fin no con un cataclismo singular, sino a través de la lenta asimilación y transformación que conlleva la participación en una esfera europea cada vez más interconectada.
Si hay una contrapartida en esta apreciación erudita y amplia, es que este ensayo tal vez no sea la introducción más accesible para los lectores ocasionales, especialmente aquellos que esperan una marcha lineal a través de los siglos o relatos dramáticos de incursiones legendarias. Sin embargo, esta ligera barrera de entrada se ve más que compensada por las recompensas intelectuales. Despojándose de los barnices hollywoodenses y de la creación de mitos nacionalistas, Winroth devuelve a los vikingos su complejidad, dinamismo y humanidad. El resultado es una reexaminación convincente, aunque a veces desafiante, que nos recuerda que las figuras distantes de la historia a menudo desafían nuestras narrativas más simples, y que el legado de los vikingos es tan complejo y multifacético como la era que moldearon tan profundamente.
Las palabras se acompañan con hermosas imágenes a color como un recipiente de vidrio multicolor procedente de una tumba en Birka, Suecia. Un barco de piedra de Djupvik, Suecia. Estela historiada de Stora Hammars, Suecia. Espada con incrustaciones de plata procedente de una tumba de Sollerön, Suecia. Piedra rúnica del siglo XI de Altuna, Suecia, en la que se representa al dios Thor pescando a la serpiente de Midgard con su sedal...
Un gran ensayo publicado por la editorial Villa de Indianos. Lo recomiendo.
Violeta Lila
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Comentario de los lectores:
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