La edad de la duda (Serie Montalbano)
Título: La edad de la duda (Serie Montalbano)
Título Original: (L'età del dubio, 2008)
Autor: Andrea Camilleri
Editorial:
Salamandra
Colección: Narrativa
Copyright:
© Sellerio Editore, Palermo 2008
© Ediciones Salamandra, 2012
Edición: 1ª Edición, Junio 2012
ISBN: 9788498384598
Tapa: Blanda
Etiquetas: detectives género negro investigación policiaca literatura italiana sagas Montalbano novela
Nº de páginas: 219
Argumento:
El comisario Montalbano, ubicado en la ciudad de Vigàta, rescata a
una joven cuando una tempestad ha cortado la carretera… A partir de
ahí, todo se desencadena: Un yate de lujo, que ha tenido que
atracar en el puerto a causa del mal estado de la mar, ha rescatado
un cadáver al que se le ha desfigurado el rostro y navegaba en una
lancha neumática… Y esa muchacha encontrada por el protagonista
parece que tiene conexión con ese barco…
Un montón de incógnitas se dan la mano en una historia que de,
entrada, asombra, capta por lo inverosímil de algunas
circunstancias y deja al lector expectante.
Opinión:
Este es el primer libro que leo del comisario Montalbano, que
parece que ya ha protagonizado un buen número de obras. Como no
tengo referencias de sus otras intrigas, tendré que limitarme a
ésta, y ésta no me ha gustado. Me explico: admito que un giro
inesperado al comienzo de la novela atrapa al lector, por lo
extraño, lo inverosímil… (hasta ahí, bien) Pero a medida que
he leído… Tenemos una novela en la que un comisario casi sesentón
se enamora de una joven teniente de Capitanía (normal, posible).
Eso puede parecer lógico, aunque el comportamiento de ambos no me
lo ha parecido.
Pero lo que no he visto normal es la trama en sí… Admito que
engancha al principio, como decía, por lo extraño y las
circunstancias extrañas, pero… no me imagino a los "malos" siendo
tan torpes. Ni me imagino una operación importante con tan poca
investigación ni recursos ni, mucho menos, a un comisario de
policía escaqueándose de presentar unos informes inventando una
falsa familia, un falso hijo moribundo y haciendo creer a un
superior que ese niño inexistente había muerto, lo que le supuso
recibir una corona de flores…
Creo que el autor ha intentado hacer reír ante determinadas
situaciones, pero conmigo no lo ha conseguido. Es impensable hacer
creer que resulta chistoso un tipo que se escaquea porque en esta
novela se ha enamorado de una jovencita y que tiene la poca
inteligencia de intentar argumentar ante un superior una falacia,
como que tiene familia, un hijo moribundo, que ha de acudir al
Hospital y…
Siempre he dicho que esa fina línea que separa lo chistoso de lo
inverosímil es muy tenue, y en este caso, en mi opinión, no ha
sabido el autor poner ese límite: ¿Un funcionario que "nunca"
pronuncia bien un nombre y que parece una alfombra dispuesta a que
la pisen? Pues no sé… ¿Unos "malos" que se fían del primero que ven
y se meten en la "boca del lobo"? Me ha parecido del todo
inverosímil. ¿Unos "buenos" que intentan hacer su trabajo de forma
individual, cuando el tema es serio, y no se pide una orden para
impedir la salida del puerto de dos barcos pese a haber cadáveres?
¿Un jefe superior de policía empeñado en que Montalbano tiene mujer
e hijos, aunque él siempre lo ha desmentido, y aceptando rezar por
el "niño" inexistente y hasta enviar una corona de flores?
La historia atrapa, como decía, por las incongruencias que se dan
en un principio. Pero ni el desarrollo de la trama ni, mucho menos,
su desenlace me han gustado. Hay autores que saben hacer reír y
otros que traspasan ese límite entre lo chistoso o lo
verdaderamente absurdo.
No sé si los amantes de Montalbano opinarán igual que yo que, como
he dicho, no he leído otros libros de ese comisario. Lo que sí es
cierto es que me han sobrado montones de palabras en italiano, me
he perdido en esa maraña de nombres y no he sido capaz de captar la
supuesta ironía que pretendía plasmar el autor ante hechos graves.
¿Alguien se imagina a un funcionario arrastrado por el suelo e
incapaz de pronunciar un nombre bien? ¿Alguien piensa en un
Comisario de policía hablando con un superior, que supuestamente
siempre ha obviado que era soltero y le atribuía mujer e hijos,
largándole la trola de que uno de sus retoños estaba muerto para
escaquearse de repasar unos informes? Lo siento, pero yo no. Y esa
fina línea que separa lo chistoso de lo absurdo, en mi opinión el
autor no ha sabido diferenciarla (ignoro si en otras entregas
sí)
Lo que sí es cierto es que la novela permite pasar un tiempo
distraído y que la trama inicial engancha.
Pilar López
Bernués
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