La condesa sangrienta. Ilustrado
Título: La condesa sangrienta. Ilustrado
Título Original: (La condesa sangrienta, 2022)
Autores: Santiago Caruso, Alejandra Pizarnik
Editorial:
Libros del Zorro Rojo
Copyright:
© 2009, texto: herederos de Alejandra Pizarnik
© 2009, ilustraciones: Santiago Caruso
© Libros del Zorro Rojo, 2022
Ilustraciones: BicolorEdición: 1ª Edición: Marzo 2022
ISBN: 9788412078893
Tapa: Dura
Etiquetas: biografía basada en hechos reales belleza psicópatas libros ilustrados literatura argentina magia negra tortura mujeres asesinas obsesiones locura sadismo castillos homónimos prosa poética castigos Cárpatos asesinas en serie Erzsébet Báthory sangre raptos
Nº de páginas: 64
Argumento:
La historia de la noble Erzsébeth Báthory (Elizabeth Báthory para otros), que pasó a la historia como la asesina de más de 600 doncellas a las que utilizaba para conseguir su sangre con el fin de no envejecer nunca, su única y gran obsesión.
El libro se complementa con un epílogo de María Negroni y dos semblanzas biográficas de Pizarnik y Caruso.
Opinión:
Valentine Penrose, poeta, escribió la historia de "La condesa sangrienta", y aquí se habla de ella al inicio. Falleció en 1978. Todo lo que cuento a continuación me hizo dudar muchas veces de quién era la autora real del libro, la poeta Penrose (que sobre Báthory escribió una novela), o la argentina Pizarnik (que escribió la historia de la condesa en prosa), dado que es su nombre el que aparece en portada, pero creo que ambas poseían el estilo necesario para crear una obra como esta. Realmente a Pizarnik la contrataron para hacer una reseña de la obra homónima de Valentine Penrose.
"La condesa sangrienta" parece una historia nueva pero Pizarnik, ensayista, poeta y articulista en mayor medida, lo escribió hace ya muchos años, en 1971. De hecho falleció un año después, en 1972 (a causa de una sobredosis de seconal mientras estaba ingresada en una clínica psiquiátrica; suicidio), pero como la historia de Báthory es antigua, su biografía no ha perdido vigencia. En su momento comenta que se sirvió de hechos y testimonios para narrar su depravada vida, y, sin embargo, es tal la elegancia con la que lo cuenta todo que como leas otra cosa al mismo tiempo, lo otro pierde calidad. Esta obra de Pizarnik es tan macabra en el asunto como bella en su estilismo.
Es maravilloso el contraste de lo grotesco que se narra con la delicadeza y la elegancia de la pluma de Alejandra Pizarnik, acompañada siempre de ilustraciones de Caruso de lo más horribles y significativas. Si la historia ya de por si es perturbadora, el ilustrador argentino las eleva a la máxima potencia de una forma magistral y terrorífica. He observado cada detalle más de una vez porque Caruso es, para mí, uno de los grandes.
El libro está realizado en un tomo duro con lomo de tela negra; las ilustraciones de Santiago Caruso -que son para no perderse detalle- están divididas en negros (grises) y rojos, el rojo de la sangre que Báthory siempre necesitó…; y los capítulos son cortos, casi todos de media o una página. En cada uno de ellos Pizarnik cuenta una parte de la vida de la noble asesina obsesionada con la sangre, pero no se deja amedrentar y narra incluso las torturas a las que sometían vilmente a las jóvenes raptadas.
En la biografía aparece su séquito -pues Erzsébeth no habría podido hacer esto sola-, entre las que destacan las viejas sirvientas, brutales y despreciables como Dorkó y Jo Ilona. Y por supuesto también sale la inteligente hechicera que hizo lo que quiso de ella teniendo un poder que disfrutaba sin duda, pero que se fue antes de que le cortaran a ella la cabeza porque la decrepitud de Báthory ya empezaba a ser imposible de disimular.
Puedes ver, no solo con las imágenes, el castillo de Csejthe en los Cárpatos, oler la sangre acre, escuchar los gritos y los lamentos, temer la presencia de quienes ayudaban y arropaban a Báthory. Y a la propia Erzsébeth, que no podía esconder su propia locura, algo que quizá le viniera de familia ya en el adn tal y como comenta Pizarnik al describir a parte de su familia.
La vida de la noble no está del todo contada aquí, pero cada capítulo es una pincelada de horror de su madurez y su obsesión, y también de cómo se dejó manipular. Pizarnik es elegante cuando habla del sexo y de cómo para la noble aquellas torturas podían ser el símil del orgasmo. De hecho en toda la obra conjunta se el horror en el contexto y la elegancia en la pluma dejándote con la boca abierta, aplaudiendo que alguien fuera capaz de narrar algo tan depravado, inmoral y perverso, con frases que suenan bellas de tan bien construidas.
Un diez.
Foto homenaje
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