La conciencia de Montalbano

Opinión:

Desde que descubrí al comisario Montalbano, devoro todos los libros de este personaje que caen en mis manos. No es ya el suspense, que el autor maneja de forma soberbia, sino el cariño que se le pilla a los personajes, todos con sus peculiaridades, y en especial a ese comisario que sabe hacer jugadas maestras cuando los superiores tocan las narices y que disfruta de la buena vida y del buen comer.

Andrea Camilleri no se sentía cómodo con los relatos cortos, quizás por eso escribió tan pocos, pero a pesar de ello su pluma y sus personajes los hicieron muy disfrutables. En algunos hay cierta precipitación en el cierre, pero otros tienen el ritmo perfecto y siempre con un buen equilibrio entre la parte entrañable y graciosa del universo Montalbano y sus casos.

Los relatos son variados y pertenecen a distintas épocas, incluyendo algunas partes de la trama que todavía no he leído, pero se siguen perfectamente a pesar de eso. Además, son muy variados tanto en temática como en resolución. Mi favorito es sin duda "Una cena especial", en el que el comisario debe encontrar la forma de proteger a una chica que salió con un mafioso que ahora quiere llevarla a la clandestinidad mientras maniobra para pasar la Navidad disfrutando de la deliciosa comida de su asistenta y no con la numerosa gente que quiere invitarle a su cena.

También me parecieron muy divertidas algunas escenas de "Veinticuatro horas de retraso", en el que un comerciante de vinos corto de dinero pide protección para su local porque no ha podido pagar a la mafia. En contraste, el que menos me ha gustado es uno un poco extraño que hace un homenaje a la película de Hitchcock, "La ventana indiscreta". En él, Montalbano debe ir a Roma para un cursillo y se encontrará con un pequeño misterio al espiar a los vecinos del apartamento en el que se aloja.

También hay otro relato que antecede al libro "Una voz en la noche", que no he tenido todavía el placer de leer. Se trata de "El hijo del alcalde", en el que debe lidiar con el caso de una mujer brutalmente asesinada en el entorno de un político, lo que hace que sea muy delicado. El resto también son casos típicos del comisario. En "La noche de Ferragosto", Montalbano investiga el hallazgo de un cadáver envuelto en una manta tras una juerga veraniega y pronto le queda claro que nada es lo que parece, y finalmente en "El calcetín de la Befana", todo se centra en un anillo desaparecido perteneciente a la amante de un hombre influyente.

En definitiva, son relatos variados y disfrutables, que ayudan a los que nos quedamos con el mono de más Montalbano porque contienen toda su esencia.

Déborah F. Muñoz