La cisma de Ingalaterra / La cisma de Inglaterra

Opinión:

Posiblemente uno de los episodios más famosos de la historia de Inglaterra sea el del reinado de Enrique VIII, que se casó hasta seis veces. Casado inicialmente con Catalina de Aragón, que había sido la esposa de su hermano, decidió separarse de ella para casarse con Ana Bolena, la hermana de una de sus concubinas. Ana Bolena sería, de hecho, la madre de la famosísima reina Isabel I, una de las más importantes monarcas de la historia, la última de la Dinastía Tudor. Basándose en toda esta historia que lee en "Historia eclesiástica del Cisma del reino de Inglaterra" del padre jesuita Pedro de Ribadeneyra, Calderón de la Barca compone la tragedia histórica de "La cisma de Inglaterra".

Era común en la época que muchos dramaturgos se interesasen por la historia, de una manera muy profesional, para inspirar algunas de sus obras. No obstante, Calderón no da primacía a la veracidad histórica, pues es notable que reconfigura toda la leyenda histórica para darle un nuevo cariz dramático a los personajes de Enrique VIII y Ana Bolena, que son los que más salen damnificados en comparación a la opinión pública de la que gozaban en la época. Otros personajes, como la reina Catalina de Aragón o la infanta Margarita Polo, están formulados de manera que prima en ellos la sustancia histórica, y sin una función puramente estética. De hecho, me atrevería a decir que la creación de los personajes es una de las grandes virtudes de Pedro Calderón de la Barca.

Otra de esas virtudes es el estilo. "La cisma de Inglaterra" es una tragedia escrita en verso y dividida en tres jornadas, donde la rima y el estilo poético no dificultan la lectura en ningún momento. Igual que sucede en obras como "La vida es sueño" o "El alcalde de Zalamea", el lector se desliza por el texto sin grandilocuencias, pomposidades u otros efectos de la estética barroca. Calderón, más que por su estilo, es barroco sobre todo por los temas que trata y por la visión desde la que escribe todas sus obras. Una visión que, como su coétaneo William Shakespeare, viene a cuestionar todas aquellas ideas preconcibas que uno podía tener en la época.

En este sentido, el gran tema de toda la obra de Pedro Calderón de la Barca es la lucha entre el destino y el libre albedrío. Igual que le ocurre a Segismundo, Ana Bolena y Enrique VIII presencian un sueño (el del rey), una profecía (dictada por el bufón de la corte, y seguida por una de las infantas) y unos designios del horóscopo. Y, aun así, todos los personajes luchan a contracorriente para huir del destino, para reinterpretarlo, para crearlo a su manera. De hecho, los personajes que más intentan controlar el destino, como es el caso de Volseo, quien inicia la acción al buscar el favor del rey para ser Papa, son los personajes que más enredan los acontecimientos y que más los deben pagar luego.

En definitiva, "La cisma de Inglaterra" es una interesantísima tragedia de Pedro Calderón de la Barca con la cual el lector podrá acercarse a uno de los grandes episodios de la historia de Inglaterra. Esta edición de Cátedra cuenta con una completa introducción de Juan Manuel Escudero Baztán y va acompañada por fragmentos de la "Historia eclesiástica del Cisma del reino de Inglaterra" del padre jesuita Pedro de Ribadeneyra, para reflejar el germen de la obra calderoniana en la historiografía en prosa. Calderón es uno de los autores más prolíficos de la literatura española, y vale la pena salir de sus obras prototípicas para conocerlo con más detalle; es un autor cuyo ingenio y originalidad nunca decepcionan.

Darío Luque