La caída de Foulsham (Trilogía Iremonger 2)

Opinión:

Tras la primera entrega, "Los secretos de Heap House", llega el segundo volumen de la trilogía.

En "La caída de Foulsham", el segundo volumen de la trilogía Iremonger, la narración se adentra aún más en el corazón decadente del gran vertedero de Londres, donde los residuos y el poder se entremezclan de forma grotesca.

Libro de tapa dura y, al igual que el anterior ejemplar, la maravillosa contraportada contiene en cada lado los retratos de los seis personajes principales, impresos en relieve, lo que da al tacto de una sensación suave y placentera. Dentro acompañando la historia, de nuevo láminas en blanco y negro de los personajes y objetos importantes en esta segunda parte.

Edward Carey retoma hábilmente la historia donde la dejó el libro anterior, tejiendo una historia oscura y surrealista que continúa la difícil situación de Clod y Lucy, ahora transformadas en objetos mientras luchan por recuperar su humanidad en una ciudad que se tambalea al borde del colapso.

En el centro del caos se encuentra Foulsham, donde los cada vez mayores montículos de basura están a punto de liberarse de sus restricciones, amenazando con engullir la ciudad. Esto no es solo un telón de fondo; es una entidad viva y palpitante, un reflejo de la decadencia y la locura dentro de la propia familia Iremonger. El abuelo Umbitt, el patriarca obsesionado con la dominación, ha encontrado una forma de manipular tanto a los vivos como a los inanimados. Sus retorcidos experimentos otorgan cualidades humanas a los objetos cotidianos mientras despojan a las personas de su esencia. Ese un juego de poder macabro, que prepara el escenario para la lucha desesperada de Clod y Lucy.

Lucy, escondida entre montones de basura, se encuentra en compañía del salvaje y enigmático Binadit Iremonger. Binadit, más criatura que hombre, ha vivido su vida exiliada de la sociedad, aislado entre los escombros. Su conexión con los objetos, que parecen sentirse atraídos por él, añade un elemento mágico y espeluznante a su personaje. Pero a pesar de sus tendencias monstruosas, hay un trasfondo de tragedia y soledad en Binadit, un tema que Carey maneja con sutileza. La supervivencia de Lucy depende de su capacidad para navegar por el delicado equilibrio entre su humanidad y sus instintos animales. Mientras tanto, el viaje de Clod es igualmente peligroso, su existencia se convierte en un juego de azar en manos de los habitantes de la ciudad. Sus encuentros con las figuras más notorias de Foulsham, en particular el siniestro Sastre, desentrañan lentamente los oscuros secretos de la dinastía Iremonger. Las revelaciones sobre los lazos familiares de Clod, junto con su creciente conciencia del poder opresivo que su linaje ejerce sobre la ciudad, lo alejan aún más de la identidad que se le ha impuesto.

En esta entrega, la trama se expande y pasa de centrarse en los confines de Heap House al mundo más amplio de Foulsham y sus asediados ciudadanos. El dominio de los Iremongers sobre la ciudad se hace más evidente y pinta un retrato de una familia cuya ansia de control no conoce límites.

Así que amigo seguidor de la saga, vas a encontrarte con algunos de los personajes más emblemáticos, como el abuelo Umbitt Iremonger (con su escupidera de plata como objeto de nacimiento) o la abuela Ommaball Oliff Iremonger, con su enorme repisa de chimenea, y por supuesto, con algunos personajes nuevos que engrandecen la trama. En esta ocasión, el protagonista principal será la propia ciudad de Foulsham y en cada uno de sus habitantes que, encolerizados y con mucho miedo, saldrán a la calle gritando en una sola voz: es la revolución.

Las ilustraciones de Carey siguen encantando y complementan a la perfección la atmósfera gótica y poco convencional de la historia. En Foulsham, infunde a sus personajes aún más capas de intriga, revelando nuevos misterios que dejan al lector satisfecho y ansioso por la última entrega de la trilogía. El ritmo aquí es más rápido que en el primer volumen, las apuestas son mayores y el peso emocional es mayor a medida que Clod y Lucy se acercan a recuperar su antiguo yo.

"La caída de Foulsham" da pistas de que se avecinan conflictos aún mayores, con la posibilidad de que el férreo control de los Iremongers sobre la ciudad finalmente se vea desafiado. Carey ha preparado el escenario para un final dramático, que deja a los lectores en vilo, preguntándose si Clod y Lucy realmente podrán liberarse de las fuerzas monstruosas que buscan controlarlos.

Estamos ante una rica y excéntrica mezcla de distopía y fantasía, una vívida continuación de la saga de Iremonger que cautiva con asombro e inquietud. La singularidad del mundo de Carey, junto con su inventiva voz narrativa, garantiza que este segundo libro no solo esté a la altura del primero, sino que lo supere en alcance e imaginación.

Maravilloso.

Violeta Lila