La banda de los polacos

Opinión:

En la nueva novela de Federico JeanMaire (Baradero, 1957) nos encontramos en las afueras de un Buenos Aires excepcional, hasta cierto punto mágico, en el que las ideas tienen tanta fuerza o más que las personas. Porque saben de ese poder de las ideas, un grupo de jóvenes intentará ir contra los convencionalismos, las ideas opresoras, las inercias insolidarias o injustas. Todo no es de color de rosa en ese empeño, naturalmente. La primera nube en el horizonte es el racismo. Se habla mucho en "La banda de los polacos" de ello, y además de una manera muy especial. El color de la piel importa en la sociedad argentina, pesa demasiado, complica la vida a los que tienen la piel oscura. Tiene que ver con la cultura, pero también con la política y la religión. Todos estos temas van a entrelazarse de una manera tremendamente original en el libro.

Con una galería de personajes disparatada y dispar, desde La Colo, La Polaca, el obispo y Borges el quiosquero, la trama fluye entre verdades, mentiras y maldades, segundas intenciones y planes secretos, en los que estará inmersa la propia líder del grupo.

El autor argentino es un novelista prolífico, que ya nos ha regalado piezas como "Amores enanos", finalista del premio Herralde de novela en su momento. El escritor juega en la narración a soltar referencias a la literatura argentina, así que aquellos lectores asiduos de la misma encontrarán muchos guiños y juegos metaliterarios de interés.

Se trata de uno de esos textos engañosos porque tras la apariencia simple, con una prosa directa y de escaso artificio, hay un sinfín de capas que desentrañar, de modo que conviene leerlo con la disposición de buscar implicaciones y segundas lecturas de cuanto en él se dice. Estos rasgos son en realidad un sello del autor, que ha trabajado ya de manera muy parecida en sus novelas anteriores.

Rafael Ruiz Pleguezuelos