La amada inmortal (El joven Beethoven)

Opinión:

Vicente Muñoz Puelles tiene toda una colección de novelas juveniles dedicadas a las vidas de distintos personajes muy interesantes del panorama cultural de los últimos siglos. En ellas, mediante argucias literarias de diversa índole (suele gustarle la primera persona protagónica como narrador, eso sí), ofrece un acercamiento entretenido y realista a personajes como Miguel Hernández, William Shakespeare o el que nos ocupa, Beethoven.

Hace unos meses reseñábamos en Anika Entre Libros su novela sobre William Shakespeare; en esta ocasión conoceremos al genial compositor Ludwig van Beethoven y, su ardid literario, es el del manuscrito encontrado: el incendio de la biblioteca donde se conserva la carta biográfica de Beethoven obliga a una evacuación forzosa y el texto queda olvidado por error en la calle.

¿Y qué nos cuenta Beethoven? Básicamente, toda su vida: infancia y primeros aprendizajes; su juventud y el inicio de su madurez. Beethoven dirige su relato a una mujer desconocida a la que amó, pero con quien no pudo llevar la vida feliz que soñaba. Sabemos que la dama está casada pero no es hasta el final cuando se nos desvela quién fue el gran amor inmortal del compositor, de modo que hay un componente de intriga que añade interés a la lectura.

A nivel literario, como ya hiciera con la "autobiografía" de William Shakespeare, quiero destacar el saber hacer de Muñoz Puelles. Como se suele decir, este autor tiene muchas tablas, ha hallado una fórmula en la que se siente cómodo y que procura lecturas entretenidas y con sustancia para los lectores más jóvenes y le saca partido en cada nuevo título que añade a su colección. El autor une dos cualidades que lo hacen particularmente apto para este tipo de novelas: conoce muy bien el público al que se dirige (los adolescentes a los que debe atrapar) y selecciona con tino los personajes y fragmentos de sus vidas que va a relatar. En cuanto a la primera cualidad, me parece necesario señalar cómo en ningún momento toma al lector por poco leído o lo juzga infantil y, por tanto, necesitado de una guía paternalista a través del relato. Muy al contrario, Muñoz Puelles sabe adoptar un punto de vista preciso y maduro, se pone perfectamente en la piel del personaje que nos cuenta su vida y la relata desde una voz cercana pero no infantilizada. En "La amada inmortal" además, como la carta tenía como receptor la amada del músico, una dama más joven que él y alejada de los circuitos palaciegos por los que él se mueve, el Beethoven de Muñoz Puelles expone desde el cariño y con una evidente intención aclaratoria los avatares de su vida.

Por último, me gustaría destacar que esta colección merece ser leída y que le sigamos la pista: es amena, entretenida y, a la vez, instructiva.

Ana Vanesa Cremades