La aceituna del banquete

Opinión:

El ritmo de la historia es intenso desde el principio, con un desarrollo de thriller que absorbe sobremanera la atención del lector, quien recorrerá una sucesión de acontecimientos como si fuese otro personaje más y, por qué no, también quisiese conocer lo que pueda haber de cierto en esa tan escurridiza como sugerente conspiración.

Un factor importante y que identifica el estilo de la novela es que los personajes se muestran con sus intenciones al descubierto, mientras que en las relaciones que se establecen entre ellos, como es natural, cada cual juega sus cartas como mejor sabe o puede, con resultados variopintos.

El hecho de que "La aceituna del banquete" se mueva en el ambiente de Chueca podría ser una barrera para algunos lectores, pero también considero que esa misma reticencia les privaría de conocer una historia muy bien entretejida, a través de unos personajes que aman y, cuando pueden, disfrutan del sexo.

En el fondo lo que subyace es la necesidad de ser apreciado por los demás, de manera que cuando la desesperación hace mella en la persona, es fácil que intente recurrir a cualquier vía que le ofrezca la posibilidad del éxito que ve a diario, pero que le resulta inalcanzable.

Sobre todo, al comprobar que aquello que para uno es una quimera, para otros parece lo más natural sin que se vea demasiada lógico, pues tampoco es que sean una maravilla ni hay nada que justifique que sean irresistibles. Y en esa búsqueda del ingrediente secreto del éxito habrá quien pierda todo lo que tiene.

Con "La aceituna del banquete", Alex Ordiales ha conseguido una excelente novela de género negro, con una trama bien consistente y donde el suspense mantendrá al lector enganchado a sus páginas, a la vez que en su mente se llegará a preguntar cuánto habrá ahí dentro de realidad. Y si alguien conoce el secreto, no diga nada, que la duda es un buen acicate.

Selin