Konets

Opinión:

A César Pérez Gellida le ha llegado la hora de escribir la palabra Konets, adiós en ruso. No es una despedida cualquiera, sino el cierre a la octología, en palabras del propio autor, que componen sus dos trilogías y Khimera.

"Konets" comienza narrándonos la adolescencia de Olek Opiozcenek. Podría ser uno más de las decenas de hackers que pululan por las calles de Polonia, pero su ADN marca una enorme diferencia: es el hijo de Augusto Ledesma; el cabo suelto de su Obra.

Le han criado sus abuelos con la ayuda económica de una peculiar hada madrina llamada Rusalka. No sabe nada de sus padres y utilizará sus habilidades como pirata informático para desenterrar los secretos de su pasado. Algo, que pese a las advertencias que ha recibido, condicionará su itinerario y también su destino.

El libro nos narra los hechos acaecidos antes y después de "Khimera": cómo Olek terminó formando parte del proyecto liderado por Rusalka y también qué ocurrió tras esa escena final en Siberia que nos dejó con el corazón en un puño.

A lo largo de la novela el autor nos argumenta los pros y contras de cada una de las decisiones tomadas por los protagonistas y nos invita a reflexionar sobre una gran diversidad de temas: la difusa línea que separa el bien del mal, la capacidad autodestructiva del ser humano, el egocentrismo, la adicción a la tecnología, el transhumanismo y la conquista de la última de las fronteras: el metaverso.

¿Qué es el metaverso? Una nueva dimensión que surgió con algo tan simple como una red para conectar dos ordenadores, que evolucionó en redes sociales y UATS, y que acabó convertido en un arma de destrucción masiva en el que muchos se encuentran un hogar mucho más confortable que en el mundo real.

Una novela trepidante que te lleva del pasado al futuro, del universo al pluriverso y en la que te reencuentras con viejos conocidos que consiguen robarte una sonrisa en el más terrible caos.

"Hay dos tipos de personas: las que sobreviven y las que no". Piensa bien en qué bando quieres estar y hasta dónde estás dispuesto a llegar para conseguirlo.

Ana G. Aranda