Kirinyaga

Opinión:

"Kirinyaga" se puede leer como una novela, aunque sea una recopilación de relatos, ya que existe una continuidad en la historia, que evoluciona en ese mundo donde se intenta reproducir una vida tradicional, una utopía que a nuestros ojos se muestra como demasiado problemática y con consecuencias nocivas para las gentes que se han instalado allí por el apego a unas tradiciones.

Para nuestra visión actual de la vida, puede resultar una actitud extremista, además de perniciosa, pero también habría que pensar que cualquier imposición de un modo de vida concreto, ya sea por parte del poder establecido o de quienes se arrogan ser depositarios del saber, puede pecar de forma parecida. Con comodidades y tecnología, eso sí, pero igualmente será una imposición unilateral.

Más adelante en el libro, tampoco es que salga muy bien parado el mundo de "Kilimandjaro", porque la modernidad también presenta problemas, aunque lo que sí puedo decir es que la mayoría de gente sufre menos, tiene menos percances y puede escoger una vida ciudadana, aprovechando las ventajas de una tecnología muy desarrollada, o volver a la vida tradicional de la sabana, pero sin sus peligros.

Y puede parecer que esta vez será la buena, pero no todo es tan sencillo y habrá quienes lo pasan mal, nada más porque no aceptan algunos cambios que van surgiendo que amenazan su modo de vida tal como siempre se lo han planteado. No obstante, reconozco que es cuando llegan los momentos más jocosos del libro. Y es que no hay nada como una cultura basada en el patriarcado para que, en el momento que se considere como algo fundamental la igualdad entre todas las personas, salten las tradiciones por los aires, puesto que las reivindicaciones femeninas son absolutamente adecuadas.

Sea en uno o en otro ambiente, lo que sí queda de manifiesto es que los proyectos utópicos están muy bien en la teoría, pero en la práctica surgen complicaciones de lo más variado y contra las que no cabe más que impedir, de la forma que sea, que lleguen a más o dejar que marquen el ritmo de evolución de la sociedad.

En cualquier caso, el resultado final siempre estará lejos de aquella sociedad que se postulaba dentro del proyecto de la utopía deseada, que eso es lo que plantea Mike Resnick con sus fabulaciones, ya sea en Kirinyaga o en Kilimandjaro, que invitan al lector a pensar y a tomar sus propias decisiones.

Selin