Khalil

Opinión:

Si dijese que leer "Khalil" es meterse en la mente de un yihadista, aun siendo cierto, pecaría de una excesiva simplificación, con lo que me dejaría aspectos fundamentales para comprender todo el alcance de la novela de Yasmina Khadra.

Porque hay detalles que van más allá de la captación de un joven de origen marroquí y de la adopción por su parte de postulados fundamentalistas, hasta el punto de que su propia inmolación es la deseada culminación de su vida de acuerdo con esas creencias que le han inculcado, incluso grabado a fuego en su alma.

Eso es lo que retrata en toda su complejidad el autor, con la maestría que nos tiene acostumbrados, rellenando y ofreciendo al lector esos huecos que faltarían en un titular de prensa, incluso también en una artículo periodístico completo.

Y por mucho que cueste ponerse en la piel del protagonista, sabiendo lo que es y lo que se propone, no me ha quedado más remedio que comprender su actitud y percibir de manera amplia su situación, que es más compleja que un simple desarraigo.

Sus propios orígenes son fundamentales, pero él toma un camino, mientras que otros tomarán uno diferente. La familia, el barrio, las amistades, las costumbres, la religión; todos son factores importantes y cada uno puede empujar hacia donde sea. Pero al final será la propia persona la que se dejará arrastrar por todo el cúmulo de circunstancias.

La integración de la trama con lo que sucedió en París el 13 de noviembre de 2015 coloca en su justo lugar el resto de la acción, aportando unas referencias muy claras, junto con un resultado gravísimo que todavía recordaremos.

"Khalil" es una buenísima novela con la que Yasmina Khadra nos enfrenta a la realidad del terrorismo, yihadista en este caso, pero extrapolable a cualquier otro, con unos personajes que se muestran reales y por los que, difícilmente, sentiremos empatía, puesto que ya conocemos con anterioridad sus intenciones.

Selin