Jesús me quiere

Opinión:

David Safier (autor de Maldito karma) es ciertamente un maestro a la hora de contar historias con sentido del humor, consiguiendo que sus lectores en todo momento tengan una sonrisa en la cara.

Con un estilo directo y desenfadado nos introduce en una obra realmente amena y divertida, produciendo en mi caso incluso carcajadas, lo que es bastante inhabitual. El sentido del humor presente en el libro tiene además de nivel, una particularidad y es que en muchas de las bromas se utilizan personajes de la actualidad por lo que la historia se nos hace mas cercana; así es muy habitual la burla sobre mi (en su momento) querido y admirado grupo de música alemán, Modern Talking.

La historia en si no es novedosa pues el planteamiento del hijo de Dios bajando a la tierra no lo es, aunque sí la forma espectacular de realizarla basada en recursos humorísticos. Debo decir que no obstante a pesar de la temática en ningún momento la obra resulta blasfema, ni tan siquiera mínimamente ofensiva para los creyentes pues Joshua es tratado de manera exquisita, si acaso pecando en exceso de bondad, como por ejemplo cuando se afirma que no es capaz de captar la ironía.

Especialmente brillantes son los momentos en que utilizando pasajes del Evangelio, se reproducen esos momentos nuevamente en la tierra en diferentes circunstancias, como por ejemplo cuando camina por encima del lago. Impresionante.

Creo que esta obra es en su redacción una especie de opera in crescendo,  ya que a medida que va avanzando, el surrealismo va apoderándose de todo llegando a una traca final de la historia.

A pesar de lo mencionado sobre el surrealismo, la novela tiene una buena base real, lógicamente con sus licencias, pero sin perder en ningún momento el sentido de lo contado, cosa que no es muy habitual cuando se circula por la peligrosa senda del surrealismo.

Me encanta que el autor intercale bromas también a través de historias de la hermana que realiza viñetas, pues es dibujante y se expresa a través de las mismas. Eso da una frescura al libro realmente importante.

Una novela facilísima de leer, divertidísima y para recomendar a todo aquel que no esté pasando un buen momento pues nos puede servir para animarnos. También por supuesto para los que estén atravesando un buen momento pues nos endulzará la boca. 
 
Raúl Borondo García