Jaque al peón

Opinión:

Con el telón de fondo de un convulso S. XVI, Francisco Núñez Roldán nos narra la interesante historia de cómo el rey Felipe II hizo valer sus derechos dinásticos para conseguir entronizarse rey de Portugal y poder anexionar estos territorios a la corona de España.

Uno de los primeros rasgos que se advierten en esta obra es el gran respeto y fidelidad que tiene el autor a la hora de plasmar con gran rigor su estudio histórico tanto en los acontecimientos que se van sucediendo, como en la descripción de lugares y personajes.

Junto a esto hay que señalar también el gran ritmo de la trama, que para nada se hace pesada en ningún momento,  convirtiendo la lectura en algo ágil, entretenido, fácil de leer y enriquecedor en conocimientos de la época. Por desgracia muchas veces estamos acostumbrados a encontrarnos con títulos en los que la veracidad y el trabajo histórico quedan relegados en favor del entretenimiento, o viceversa. Aquí no pasa. Hoja tras hoja se demuestra la gran labor del escritor  al ofrecernos cada punto de vista bien diferenciado, trasladándonos a cada punto sin dejar que uno u otro aspecto, lugar o acontecimiento pequen de recibir más protagonismo del que merecen en el preciso momento en el que lo estás leyendo y finalmente, en el conjunto de la obra.

Por eso podemos definir a "Jaque al peón", entre otras muchas cosas, como un libro con un equilibrio muy cuidado que no perjudica en ningún momento al argumento.

La historia transcurre a caballo entre Portugal y España, de nuevo, con un reparto de escenarios muy justo y equilibrado; ofreciéndonos detalladamente tanto las descripciones de los paisajes como de los ambientes que allí se respiraban y de los que nosotros tenemos el gusto de ser espectadores de primera fila.

Los personajes, aunque te encuentras con un buen número de ellos, están perfectamente definidos en cuanto a su rol y a su protagonismo, no entrando en sus peculiaridades más que cuando es estrictamente necesario. El trabajo que se advierte en los personajes principales es muy minucioso, dejándonos ver su manera de pensar y de actuar para que rápidamente podamos empatizar con ellos y hacernos una idea de sus ideales y valores humanos.

Por tanto, podría decir sin ninguna duda que estamos ante una obra muy completa en todos los sentidos, en la que se nota que ha sido pulida al máximo para que ningún aspecto sobresaliese más de lo debido, pudiendo con ello ensombrecer los demás. Esto será muy agradecido por el lector habitual de novela histórica, porque siempre es una delicia encontrarte con una obra tan bien trabajada y entretenida. Y seguramente dejará con muy sabor de boca a aquellas personas que no sean consumidores habituales de este tipo de literatura, animándoles a dar más oportunidades a otros títulos de este tipo.

Pablo Díaz