instinto de juego
Título: instinto de juego
Título Original: (spieltrieb, 2004)
Autor: Juli Zeh
Editorial:
Kailas
Copyright: 1º edición Marzo de 2008
ISBN: 978-84-89624-37-5
Etiquetas:
alemanes
autores
escritores
literatura alemana
literatura germana
Argumento:
Con esta novela,
Juli Zeh obtuvo el Premio Cévennes de
Novela Europea 2008. Cada año, diez librerías, coordinadas
por Sauramps, la segunda librería independiente más grande de Francia, escogen las
once mejores novelas europeas del año (publicadas en el país galo) y con la ayuda
de un jurado compuesto por escritores y editores de renombre internacional eligen
la mejor, premiando al autor y también a su traductor al francés.
Los protagonistas de
Instinto de Juego
son Ada y Alev, dos jovenes estudiantes de un instituto alemán que someten a uno
de los profesores a un perverso y cruel chantaje por simple placer. Este juego terminará
desembocando en una espiral de violencia, fatal para todos.
La historia está narrada por la abogada que lleva el caso ya que no se siente capaz
de juzgar el acta judicial.
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Opinión:
Ada y Alev son hijos de su época, un par de adolescentes de clase media que se han
acostumbrado a vivir en un mundo hecho a su medida, confortable y en el que todas
sus necesidades están cubiertas. Para sus padres son unos desconocidos. Se autoengañan
creyendo que lo saben todo sobre ellos, pero lo cierto es que ignoran realmente
todo lo que pasa por las mentes de sus hijos o hacen oídos sordos a las peligrosas
aficiones – en las cuales la agresividad está muy presente - los juegos de rol,
las
drogas, una música apocalíptica y satánica. Sin embargo, no son estas las únicas
causas de su desleznable comportamiento. En todo caso, serían el punto de partida,
el origen de todo, pero sus razones son mucho más profundas, complejas y racionales.
Robert Musil y su libro más celebrado “El
hombre sin atributos” se hace presente
como influencia más evidente en esta novela a través del personaje de Ada, una adolescente
que con sólo catorce años ya se considera “hija del nihilismo”, la “chica sin atributos”.
Su objetivo será el profesor Smutek, ex refugiado polaco que para ella representa
todo lo que la joven rechaza o detesta ya que el profesor defiende valores y conceptos
que considera caducos, obsoletos o fuera de lugar en la sociedad actual; el bien
y el mal, el respeto al otro y el pecado. El
perverso chantaje del que es objeto
surge como reacción de los chicos ante todo lo que éste hombre respetable, tolerante
y políticamente correcto representa.
Al igual que en la novela de
Musil parece que los acontecimientos políticos tienen
gran importancia para explicar las reacciones de los personajes. “El hombre sin atributos”
surgió como reacción contra el desastre de la
Primera Guerra Mundial (aunque
su autor la escribiera veinte años después) para intentar responder preguntas de
tipo existencial sobre el porqué de
tantas víctimas, tanto dolor e intentar dar
un sentido a semejante sinsentido.
Los adolescentes protagonistas de la historia nacieron cuando la Guerra del Golfo
se encontraba en pleno apogeo; eran tan sólo unos críos durante la Guerra de los
Balcanes, la masacre del instituto de Erfurt (Alemania) y el
11-S. Las
imágenes
del conflicto en Irak,
así como las del ataque terrorista en Madrid, acompañan su
adolescencia. De alguna forma, han vivido una época en la que esas preguntas que
intentaba responder Musil con su novela todavía han quedado sin responder. Los chicos
se han acostumbrado a ver la muerte, el dolor provocado por la guerra y el terrorismo
a través de los medios de comunicación. Su rabia tiene mucho también de Nietzchiana:
”Los débiles y malogrados deben perecer; tal es el axioma capital de nuestro amor
al hombre. Y hasta se les debe ayudar a perecer.” (Friedrich Nietzsche.
El Anticristo)
La naturaleza de sus actos es espantosa, no es justificable en absoluto, pero resulta
también la manifestación evidente de un desengaño, de un vacío que no puede ni debe
permanecer oculto por más tiempo y a la que los chicos dan salida mediante la humillación,
la crueldad, la agresividad, la
violencia. Como consecuencia de todo lo anterior
todos estos aspectos terminan confluyendo en el baño de sangre final.
De alguna forma, la lectura de este libro me ha evocado el film de Michael Haneke,
“Funny Games” (en sus dos versiones alemana y norteamericana), con el que esta novela
tiene en ese sentido muchos puntos en común. El juego de humillación y muerte al
que someten los dos “invitados” a la familia protagonista y el chantaje del que
es víctima el profesor por parte de sus alumnos poseen evidentemente raíces comunes
y son expresión de un atroz pesimismo y de un incómodo nihilismo.
En comparación con la obra de
Musil a
Instinto de Juego
le falta sentido del humor,
es una narración demasiado “alemana”: fría y con una estructura sólida pero sin
alma. Sin embargo,
Juli Zeh se nos muestra como una narradora competente y eficaz,
que sabe mantener el interés en lo que cuenta y además nos hace reflexionar sobre
cuestiones éticas o existenciales de hondo calado.
Joseph B Macgregor
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