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Opinión:

No quiero hablar de la trama de la novela porque tiene un par de giros y sorpresas inesperados y no quiero chafarle la ilusión de encontrarlas por sí mismo a cualquier lector o lectora (tengo la edad que tenga, que este libro gustará mucho a jóvenes y adultos) que se embarque en la aventura epistolar que nos propone Care Santos. Solo quiero resaltar lo bien escrita que está (como siempre) y la forma tan atractiva en la que se nos van presentado esa sucesión de correos electrónicos a medida que van pasando los meses del año en el que todo cambió para Alexia.

Me ha encantado la forma en la que la autora da una nueva vida al género epistolar tradicional para adaptarlo a los tiempos del ordenador y la electrónica y cómo toda la novela en general desprende un inmenso amor por los libros, las librerías, los lectores, los escritores, la relación entre ambos, el proceso de escritura y la literatura que toca el corazón de quienes compartimos esos sentimientos. En este sentido, me ha gustado muchísimo el hincapié de Santos en la capacidad de algunos libros para cambiarnos la vida, para acompañarnos cuando más lo necesitamos o para hacernos sentir emociones y sensaciones. En particular, y en este caso, me ha parecido muy bonito (y necesario) el gesto hacia la literatura infantil, hacia los libros para niños y su valor, tanto literario como emocional o de aprendizaje.

La autora juega con el mito del escritor atormentado, de éxito, adicto y adictivo para generar interés y misterio y para mostrarnos la constancia y el ánimo de una Alexia que no se deja intimidar por los desplantes de Woodward, su escritor favorito. Santos dota a la protagonista de una resiliencia y una personalidad envidiables. Alexia es optimista, poderosa, perseverante, es un torbellino de energía y buen rollo. Ojo, eso no quiere decir que todo sea felicidad en su vida (ni de lejos) pero que ha sabido sobreponerse y ver siempre el lado bueno de las cosas y de las personas.

La amistad (tanto virtual como real) es otro de los temas importantes de esta novela. Y me ha gustado en especial que la autora introduzca el tema de la relación entre personas de diferentes edades de forma tan positiva y enriquecedora. De igual manera, nos hace reflexionar sobre la familia, sobre quién es nuestra familia, y sobre la importancia (o no) de la sangre en ese círculo de personas que nos rodea.

En definitiva, una novela muy entretenida y con un toque de misterio, que reserva unas cuantas sorpresas muy interesantes, que reflexiona sobre los embates de la vida y sobre la literatura. Y que se puede disfrutar tengas los años que tengas.

Lidia Casado