Hoy me he levantado dando un salto mortal

Opinión:

A mí siempre me han gustado los Hombres G. ¿Porque he de ocultarlo o negarlo? Si bien es cierto que mi gusto musical es bastante ecléctico, igual escucho "Temblando" de Hombres G, que me marco un karaoke de "Mi gran noche" de Raphael o un "Dancing Queen" de ABBA. Nunca me ha importado decir qué escucho o que me gusta, creo que es parte de mi personalidad, y en esto, coincido con David Summers.

Gran seguidor de "The Beatles" (dato que desconocía totalmente y cosa que me ha impresionado bastante, ya que les tiene en un altar, como yo) y declarándose totalmente desconocedor del lenguaje musical me ha conseguido enganchar con su relato en el que nos habla de cómo este desconocimiento no le ha servido de obstáculo para crear algunas de las canciones más bonitas del panorama español (tanto para Hombres G, como para otros artistas como Luz Casal)

Sus historias cotidianas de cómo surgió Hombres G (que si eres seguidor del grupo, nos contó su padre, el cineasta Manuel Summers, en la primera película del grupo llamada "Sufre Mamón") son el arranque del libro y quizá me dejó un poco fría pensando, bueno, verás nos va a contar todo lo que ya sabemos. ¡Pero qué va! Enseguida da un giro a la narración y nos muestra un chico (porque eso es lo que sigue siendo con más de 50 años a sus espaldas) que lo único a lo que aspiraba era a "pasárselo bien" haciendo lo que realmente quería. A no tener jefes, a vivir la vida con sus amigos y su familia más cercana. Un chico que saboreó las mieles del éxito demasiado pronto (tenían 18 años cuando estalló el boom de los Hombres G), de cómo le influyó el éxito y de cómo no se ha dejado ganar con la fama y ha sabido mantener los pies en el suelo y seguir, cual hormiguita, su instinto de poder vivir de lo que realmente le gusta...

No puede obviar al grupo y a sus otros tres componentes en sus historias, puesto que su vida estuvo, está y estará ligada por los restos a Hombres G, pero enseguida nos explica el funcionamiento interno del mismo; no hay un líder, si bien él es quien compone el total de las canciones, quien canta y quien en según qué circunstancia lleva la voz cantante (cual Beatles pero sin los ego predominantes de John y Paul) y que todo se consensúa antes, durante y después de las producciones discográficas.

Haciendo bastante hincapié en la sencillez de la vida, en cómo le ha influido su padre, los Beatles (llegando a reconocer que son fuente de inspiración en alguna des su canciones y melodías - no tanto como a mí me sigue sonando "marta tiene un marcapasos" a la canción "At de zoo" de Simón & Garfunkel -), Woody Allen, Alfred Hitchcock, se nos abre al 100% en cuanto a opiniones sobre el panorama musical en España en aquella época. En cómo no encajaban (ni quería) encajar dentro de la denominada "Movida", de los primeros pasos, de los fracasos de su último disco de la primera etapa como grupo.

Me ha llamado bastante la atención la franqueza con la que aborda todos los temas, con un ritmo de lectura bastante coloquial y humilde; no es que le tuviera como un divo, pero cuando se trata de Hombres G, extrapolándome a mi época de adolescente, eran todo un mito capaces de conseguir que las niñas se quitaran los sujetadores y se los tirasen en todos los conciertos y por la calle, hubiera sido lógico que fuera un "ARTISTA" de esos inalcanzable.

Es más, recuerdo perfectamente cómo se colapsó la Gran Vía el día del estreno de la película "Sufre Mamón" (película que yo no pude ver por ser demasiado pequeña aún, cosa que me desquité con "Suéltate el pelo" asistiendo a su estreno, que también fue una locura colectiva de adolescentes histéricas).

Una lectura entretenida, no solo para fans del grupo, si no para cualquiera que quiera saber más de lo que opina del todo en general un tío con un bagaje familiar de artistas a sus espaldas, y en su frente (sus hijos también empiezan a hacer sus pinitos en las artes) que difícilmente podría dedicarse a otra cosa que no fuera el mundo artístico, que no el artisteo.

Arranca cada capítulo con extractos de sus canciones, y lo finaliza con 10 consejos para entender mejor la filosofía que lleva a cabo a la hora de vivir y que nos ha explicado durante las páginas del capítulo.

Recomendable totalmente, para revivir nuestros sueños de adolescente. Y para darnos cuenta de que David Summers no deja de ser un tío que seguirá arrastrándose a casa con la sonrisa puesta.

Ross Goose