Hombres buenos

Opinión:

Arturo Pérez-Reverte es un autor que no deja indiferente a nadie. Puede gustar mucho o todo lo contrario. Mi relación con él oscila entre ambos sentimientos. Hay novelas suyas que me han gustado mucho y otras que no. "Hombres buenos" se sitúan entre las primeras, afortunadamente. La novela ha sido editada por Alfaguara.

En "Hombres buenos" nos encontramos con dos historias paralelas pero que convergen en un punto: la crítica que hacen a la realidad española, especialmente a la cultura. Por un lado, está la historia centrada en la actualidad, cuando Arturo Pérez-Reverte descubre los tomos de la Enciclopedia de Diderot en la biblioteca de la Real Academia de la Lengua y otra, centrada en el siglo XVIII y que nos narra el viaje que hicieron el bibliotecario de la Academia, Hermógenes Molina y el almirante Zárate, al París de finales del siglo XVIII para comprarla. Lo que sorprende a Pérez-Reverte no es que se encuentre la Enciclopedia, ya que estuvo prohibida en España.

Ambas historias se complementan y una no solapa a la otra aunque, por defecto profesional, me ha parecido un poco más interesante la parte puramente histórica: ese viaje al París de finales del siglo XVIII, un París en plena ebullición ilustrada que debió impactar a ambos viajeros acostumbrados a una cultura más cerrada y a unas leyes muy marcadas aún por el peso de la Iglesia Católica. Pérez-Reverte ha sabido captar esta atmósfera y hacer que el lector la sienta. Los personajes conectan con el lector desde el primer momento. La parte más contemporánea también es interesante puesto que en ella nos va contando y detallando los pasos de su investigación. También llama la atención pero prefiero la parte que he comentado.

Arturo Pérez-Reverte tiene un estilo muy peculiar. "Hombres buenos" se aleja del que nos ofrece en la serie de "El capitán Alatriste" para acercarse más al que nos ofreció en "El asedio" o "Un día de cólera". Se aprecia en ella una gran labor documental previa. Los datos históricos son correctos y ha reflejado el ambiente que reinaba tal como era. En el siglo XVIII España nada tenía que ver con Francia, si en la primera aún habían obstáculos y la sociedad aún estaba sometida a los deseos de la Iglesia, en la segunda ya triunfaban las ideas liberales y la Ilustración. Por eso, tanto a Hermógenes Molina como al almirante Zárate debió impactarles muchísimo todo lo que vieron en París y en Francia en general durante su viaje.

La novela tiene 582 páginas que se quedan cortas. Absorbe mucho. Una vez la empiezas hace que te olvides de todo lo que te rodea. Es una novela con mucho ritmo pero invita a ser leída despacio porque es de las que te tientan e incitan a ir tomando nota. Una lectura que entretiene y enseña al mismo tiempo. Tiene una base muy didáctica que me parece estupenda. Se aprecia en ella también la vena crítica a la que nos tiene acostumbrados el autor. Una vena y una crítica que no dejan indiferentes. Se aprecia un descontento con la situación cultural española actual.

"Hombres buenos" es perfecta. Sinceramente, creo que es una de las mejores novelas que ha escrito su autor. Es una lectura que puede acercarle a aquellos lectores a quienes no acaba de convencerle. Aquí, su estilo narrativo es brillante. No es una novela que deje indiferente sino todo lo contrario. Tampoco es de las que se olvida fácilmente sino de las que invitan al debate y a la discusión. En una palabra; es indispensable.

Ysabel M.